Ir al contenido principal

Manuel Rivas cree que "los políticos se han amputado el hemisferio de la emoción"

Madrid, 20 oct (EFE).- El escritor Manuel Rivas cree que el mundo ganaría mucho si los políticos "se tomaran un tiempo de descanso" y se dedicaran a leer, pero parece que "se han amputado el hemisferio de la emoción" y "han propagado el virus de la desmemoria".

"Me parece muy triste un país en el que la conversación central sea el diferencial de la prima de riesgo. Detrás de cada informe del Banco Central Europeo o del Fondo Monetario Internacional hay un documento de barbarie", aseguraba hoy en una entrevista con Efe Manuel Rivas, que acaba de reunir sus cuentos en el libro "Lo más extraño".

Recién llegado de Belgrado, donde ha presentado la traducción al serbio de "El lápiz del carpintero", una novela publicada en 26 lenguas, Rivas se muestra satisfecho ante la aparición de este nuevo libro que recoge una de sus facetas más queridas, la de cuentista.

Publicado por Alfaguara, "Lo más extraño" contiene todos los cuentos que ha publicado desde 1990, entre ellos algunos tan famosos como "La barra de pan" o "La lengua de las mariposas", este último llevado al cine por José Luis Cuerda. "Es una gran película", afirma.

Rivas ha hecho "una revisión estilística" de sus cuentos, pero ha resistido "dos tentaciones: la de reescribirlos y la de suprimir" aquellos que han dejado de gustarle.

Pero este poeta, narrador y articulista, que ha merecido premios tan importantes como el Nacional de Narrativa y el de la Crítica, cree que sus cuentos "son huellas de un animal solitario" y por eso decidió "no eliminar ninguno".

El miedo al abandono y la ironía impregnan los cuentos de Rivas, que habla en ellos de temas como la guerra, la pasión, los naufragios, la emigración, el arte, la religión o la culpa.

El autor coincide con Sófocles en que "el animal más extraño del universo, como bien dice el coro de 'Antígona', es el ser humano".

Sófocles le inspiró el título que le ha dado al libro, porque "Lo más extraño" también sirve, en su opinión, para definir lo que es la literatura.

"La boca de la literatura se abrió por primera vez para expresar lo más extraño, esa especie de caja negra que llevamos dentro, esa zona secreta tan contradictoria donde confluyen el día y la noche, la esperanza y la desolación, la vida y la muerte, Marte y Venus, el sol y la luna...", decía hoy Rivas (La Coruña, 1957)

Los cuentos son también "las sombras de los sueños". De ahí que el último relato se llame "La sombra de un sueño", uno de los tres inéditos que contiene el libro, junto con "El despertar de la criada" y "El misterio de Uz".

Este escritor, para quien "el lenguaje es algo anatómico", afirma que en sus cuentos "hay mucho dolor como materia, como humus", y hay también "mucha felicidad clandestina".

La literatura que le gusta al autor de "Los libros arden mal" o "Todo es silencio", su última novela, es la que "mezcla lo sublime y lo carnal" y la que se identifica con "el vagabundear de Charles Chaplin en películas como 'Tiempos modernos' o 'El chico'".

"Escribir no es un camino lineal, no es una autopista. Es merodear. Es el andar de los contrarios: pisas en la ilusión y en la desilusión, en el abismo; pisas en la casualidad y en la causalidad; en el pasado y en el presente; en la derrota y en la esperanza", dice el escritor.

Comprometido con el tiempo que le ha tocado vivir, Rivas es muy crítico con "la política desprovista de emoción, porque es algo deshumanizado y está amputada completamente", y también lo es con los políticos que actúan al margen de los ciudadanos.

"Pueden mucho más las magnitudes, las grandes cifras, tan grandes que parecen irreales. Seguro que le preguntas a un político el precio de la leche y no lo sabe, pero sí conoce el diferencial de la prima de riesgo de cualquier país".

"Vamos a empezar a hablar de las cosas que realmente interesan al ciudadano", exige Rivas, antes de recomendarle a los políticos que lean libros como "Pedro Páramo", "La odisea" o "Las uvas de la ira".

"Que se lean solo el capítulo catorce de 'Las uvas de la ira' y aprenderán más de economía y de la crisis que de cualquier otra forma", concluye Rivas.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Carta de Manuela Sáenz a James Thorne, su primer marido

No, no y no, por el amor de Dios, basta. ¿Por qué te empeñas en que cambie de resolución. ¡Mil veces, no! Señor mío, eres excelente, eres inimitable. Pero, mi amigo, no eres grano de anís que te haya dejado por el general Bolívar; dejar a un marido sin tus méritos no seria nada. ¿Crees por un momento que, después de ser amada por este general durante años, de tener la seguridad de que poseo su corazón, voy a preferir ser la esposa del Padre, del Hijo o del Espíritu Santo o de los tres juntos? Sé muy bien que no puedo unirme a él por las leyes del honor, como tú las llamas, pero ¿crees que me siento menos honrada porque sea mi amante y no mi marido? No vivo para los prejuicios de la sociedad, que sólo fueron inventados para que nos atormentemos el uno al otro. Déjame en paz, mi querido inglés. Déjame en paz. Hagamos en cambio otra cosa. Nos casaremos cuando estemos en el cielo, pero en esta tierra ¡no! ¿Crees que la solución es mala? En nuestro hogar celestial, nuestr...

Grandes esperanzas (Fragmentos)

«En el primer momento no me fijé en todo esto, pero vi más de lo que podía suponer, y observé que todo aquello, que en otro tiempo debió de ser blanco, se veía amarillento. Observé que la novia que llevaba aquel traje se había marchitado como las flores y la misma ropa, y no le quedaba más brillo que el de sus ojos hundidos. Imaginé que en otro tiempo aquel vestido debió de ceñir el talle esbelto de una mujer joven, y que la figura sobre la que colgaba ahora había quedado reducida a piel y huesos. [...] ―¿Quién es? ―preguntó la dama que estaba sentada junto a la mesa. ―Pip, señora. ―¿Pip? ―El muchacho que ha traído hasta aquí Mr. Pumblechook, señora. He venido a jugar... ―Acércate más, muchacho. Deja que te vea bien. Al encontrarme delante de ella, rehuyendo su mirada, observé con detalle los objetos que nos rodeaban, y reparé en que tanto el reloj que había encima de la mesa como el de la pared estaban parados a las nueves menos veinte. ―Mírame ―me dijo miss...

Las muchas lenguas de Kundera

La primera novela de  Milan Kundera ,  La broma,  es la historia de cómo una ironía leída por quien no debería –escribir en una postal “El optimismo es el opio del pueblo”– arruina la vida de su protagonista en la Checoslovaquia comunista. La última,  La fiesta de la insignificancia  –que su editorial en España, Tusquets, saca a la calle el 2 de septiembre– relata en uno de sus capítulos como Stalin relata una historia que puede ser, o no, un chiste, aunque descubrirlo no es sencillo: si por casualidad no es un chiste y es un delirio de dictador, puede costar la vida al que se ría a destiempo. En medio, transcurre la vida de uno de los escritores europeos más importantes del siglo XX, cuya existencia podría ser definida como una gran lucha contra un mundo que ha perdido el sentido del humor. Los chistes son un ángulo magnífico para contar la historia del comunismo en Europa Oriental y la URSS: “Qué hay más frío que el agua fría en Rumania? El agua caliente”...