Psicólogo de oficio, Tranströmer sufrió en 1990 un ictus que le paralizó la mitad derecha del cuerpo y le produjo una afasia que le impide hablar, pero no escribir. Ni tocar el piano. De hecho, en la entrevista que mañana publicará EL PAÍS con él da cuenta de su sorpresa al descubrir la cantidad de piezas escritas para la mano izquierda. Uno de los grandes enigmas que rodea su figura procede del hecho de que en 1974 había escrito en su poema Bálticos unos versos que ahora se leen premonitorios: "Entonces llega el derrame cerebral: parálisis en el lado derecho / con afasia, solo comprende frases cortas, dice palabras / inadecuadas".
El dictamen de la Academia sueca, recibido con júbilo por los periodistas presentes en el acto a las 13.00, habla de Tranströmer como de un gran creador de imágenes y su uso de la metáfora, virtuoso pero riguroso es, en efecto, una de las marcas más personales de su poesía.
La obra del nuevo Nobel, traducida a medio centenar de lenguas, contiene una docena de libros que se extienden entre 1954 (17 poemas) y 2004 (El gran enigma). En español hay dos completísimas antologías publicadas el año pasado y este mismo mes por la editorial Nórdica en traducción de Roberto Mascaró. Así, a El cielo a medio hacer -que incluía también su breve autobiografía- se le acaba de unir Deshielo a mediodía.
"Es una enorme alegría", ha declarado Mascaró, poeta y traductor uruguayo. "Su poesía demuestra que las lenguas son barreras superables, como queda claro al ver que llega a países como el mío, Uruguay, o a El Salvador, donde estoy ahora en un festival internacional de poesía". "Siempre he tenido la certeza de que su poesía es universal, aporta a la paz y a la comprensión de las etnias, sobre todo en esta etapa de la humanidad donde estos problemas aún no están superados. Digo esto porque me lo indica el hecho de conocerlo desde hace 30 años, cuando llegué a Suecia y me convertí en su traductor al español. Entonces lo llamé tímidamente por teléfono y me aceptó", ha agregado Mascaró.
Séptimo sueco nobel
Tranströmer es el séptimo escritor sueco en ganar el premio Nobel. Los últimos fueron, en 1974, Eyvind Johnson y Harry Martinson ex aequo. El poeta sueco estaba en el grupo de favoritos para este año. Le acompañaban en las apuestas el japonés Haruki Murakami, el coreano Ko Un, el estadounidense Philip Roth, el australiano Les Murray, el poeta sirio Adonis e incluso el cantautor Bob Dylan.
Entre los últimos galardonados con el Premio Nobel de Literatura figuran Mario Vargas Llosa, Herta Müller, Jean-Marie Gustave Le Clézio, Doris Lessing, Orhan Pamuk, Harold Pinter, Elfriede Jelinek o John M. Coetze.
Poema 'Allegro'
Tocó Haydn después de un día negro
y siento un sencillo calor en las manos.
Las teclas quieren. Golpean suaves martillos.
El tono es verde, vivaz y calmo.
El tono dice que hay libertad
y que alguien no paga impuesto al César.
Metro las manos en mis bolsillos Haydn
y finjo ser alguien que ve tranquilamente el mundo.
Izo la bandera Haydn -significa.
"No nos rendimos. Pero queremos paz".
La música es una casa de cristal en la ladera donde vuelan las piedras, donde las piedras ruedan.
Y ruedan las piedras y la atraviesan
pero cada ventana queda intacta.
Del libro El cielo a medio hacer (1962), incluido en la antología Deshielo a mediodía (Editorial Nórdica). Traducción de Roberto Mascaró.
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