Este hombre, Akinwande Oluwole Soyinka, Wole Soyinka para el mundo, de la tribu Yoruba, tiene 87 años y fue el primer escritor africano de raza negra en conseguir el Premio Nobel de Literatura. Ocurrió en 1986. Para entonces había escrito varias obras de teatro sulfurosas, numerosos ensayos y un puñado de poemas fijados en cualquier superficie bajo la agonía que ofrece una celda de aislamiento en la ciudad de Lagos. Estudió en la Universidad de Leeds (Gran Bretaña). Ha vivido durante décadas una mitad del año en Abeokuta (su pueblo de origen) y la otra en Los Ángeles (EEUU). Conoce los mejores escenarios de Europa (donde ha estrenado) y la peor cárcel de Nigeria . Le han intentado acelerar la muerte unas cuantas veces por denunciar en voz alta la tiranía y la corrupción de varias familias de sátrapas africanos. Ha tenido que escapar varias veces de su casa, una de ellas de paquete en una motocicleta durante 10 horas por caminos terribles. Y aquí sigue. Cuando no lo esperaba, Soyinka
La lectura, una orgía perfecta entre realidad y ficción