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Veinte Borges a escena

La actriz Emma Cohen escenifica el cuento 'El Aleph' en la Universidad Menéndez Pelayo con los alumnos de un taller dedicado al escritor argentino

Un solo Borges desdoblado en 20 personas. Son los alumnos de un taller dirigido por la actriz Emma Cohen que, escondidos tras una careta con la imagen del escritor argentino, interpretaron el pasado jueves por la noche una lectura dramatizada de su cuento El Aleph en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. El recuerdo de personajes como Carlos Argentino o los guiños irónicos al mundo literario por parte del autor sacaron alguna que otra sonrisa al espectador más instruido. Entre el público se encontraba la viuda de Jorge Luis Borges, María Kodama: "Me ha parecido muy fresca, los chicos trabajaron mucho y la escenografía ha sido bárbara", celebraba a la salida del Paraninfo de la Magdalena.

Cuatro días le han servido a Cohen para preparar "un coro de 20 Borges", donde "ellas y ellos formaban un ser completo", explicó la actriz y escritora. Sobre un escenario repleto de libros para intentar simular una biblioteca, "el lugar soñado por el escritor", cada intérprete daba lectura a un fragmento del texto adaptado que se vio enriquecido por la diferencia de edad de los participantes (de 19 a 68 años) y las imágenes alusivas al relato que se proyectaron para acompañar la narración.

También la diversidad de acentos de los participantes llegados de distintos puntos de España y de otros países se convirtió en un elemento positivo. Como el de Ligia Esther López, una colombiana de 44 años que siempre quiso dedicarse a la interpretación pero, por motivos familiares, no pudo permitírselo: "Tenía que trabajar para ayudar en casa, pero ahora que puedo quiero formarme y qué mejor que empezar con Emma. Es pura vitalidad", dijo horas antes de actuar. Al igual que ella, no todos los alumnos son actores o directores de escena, pues según afirmó Cohen, entre ellos hay profesores, químicos o responsables en una ONG.

Javier Pinto, actor de 31 años, tampoco pasa desapercibido al hablar. De padres cordobeses y nacido en Alicante, es el único de la obra con acento argentino. "Puedo imitarte el que quieras: italiano, chileno... [lo demuestra imitando el chileno]. Soy también filólogo, he vivido en 32 países diferentes y muchos años en Miami; allí hay acentos de todos sitios", aseguró quien ha trabajado en papeles secundarios con el director Roberto Santiago (El sueño de Iván) o compartido guión con Ricardo Darín en Un cuento chino.

Cohen, que ha montado en ediciones anteriores otros textos de Buñuel y Lorca, escogió esta obra porque, en palabras de la viuda del cineasta Fernando Fernán Gómez, "es un texto clave, el símbolo increíble del poder creativo de Borges". Se refiere así a la magia mental de un autor que se adelantó a los tiempos al agregar la actriz que este cuento "es la antesala total de Internet". Tan solo hay que recordar la definición que hace el autor de El Aleph: "Los puntos del espacio que contiene todos los puntos".

LAURA CONTRERAS
El País

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