Ir al contenido principal

Atrapada entre la realidad y el mito

El descubrimiento de las brujas (Discovery Of Witches), Deborah Harkness. Editorial Suma de letras. 2011. 800 páginas. GUADALAJARA, JALISCO (14/AGO/2011).- El descubrimiento de las brujas de Deborah Harkness tiene brujas, vampiros y un trepidante romance prohibido. Pareciera el cliché de la literatura fantástica reciente, pero la verdad es que la novela encierra mucho más. Se trata de la primera parte de una trilogía que engancha al lector de forma bastante eficaz.

Diana Bishop, una historiadora un poco mayor de 30 años, es el vivo retrato de la normalidad. Pasa su vida entre viejos libros y manuscritos de alquimia en la biblioteca Bodleiana de Oxford. Es justo uno de esos libros el que nos demuestra que las apariencias engañan, cuando Diana pide el Ashmole 782 para consultarlo la verdadera naturaleza de la mujer queda al descubierto.

La historiadora proviene de una larga línea de poderosas hechiceras estadounidenses, sus orígenes pueden incluso rastrearse a la infame caza de brujas en Salem. El problema de Diana es que ella no quiere ser una de ellas y lleva prácticamente toda su vida tratando de huir de sus poderes. Por si esto fuera poco, su encuentro con el renombrado genetista y vampiro Matthew Clairmont será sólo la punta del iceberg de los problemas que ese manuscrito traerá a su vida.

En el universo de la autora, las brujas, vampiros y daimones (seres con una sobrenatural capacidad artística e incluso de ver el futuro en visiones) son otras especies que conviven codo a codo con los humanos. La explicación ‘científica’ que se da a su origen y presencia es un grato enfoque nuevo de lo sobrenatural, enriquece bastante a la historia sin complicarla de forma innecesaria.

La narración en primera persona ayuda al lector a comprender mejor las ideas y motivaciones de la protagonista. Además está plagada de personajes bien pensados y a su modo, entrañables. La novela se sustenta en ambientes muy bien descritos. Hay momentos en los que la trama puede pacer lenta por la descripción, pero se recupera de formas insospechadas. Otra buena adición al argumento es la gran cantidad de datos y pasajes históricos que se citan de forma muy ágil, seguramente apoyados en la formación de Deborah Harkness como historiadora.

Un punto más a favor de es que nos adentra en el mundo de aquellas criaturas mágicas que conviven con los humanos. Tienen sus propias normas, además demuestran un abanico de emociones y motivaciones que van desde las más nobles, como el amor, lealtad y amistad, hasta las más bajas.

La intolerancia, el odio, la avaricia y la crueldad forman parte de un mundo que Diana debe asimilar y combatir antes de que la destruya por completo. La realidad la atrapa; está vez se dará cuenta de que no hay escapatoria .

EL INFORMADOR/EDNA MONTES

Comentarios

Entradas populares de este blog

Carta de Manuela Sáenz a James Thorne, su primer marido

No, no y no, por el amor de Dios, basta. ¿Por qué te empeñas en que cambie de resolución. ¡Mil veces, no! Señor mío, eres excelente, eres inimitable. Pero, mi amigo, no eres grano de anís que te haya dejado por el general Bolívar; dejar a un marido sin tus méritos no seria nada. ¿Crees por un momento que, después de ser amada por este general durante años, de tener la seguridad de que poseo su corazón, voy a preferir ser la esposa del Padre, del Hijo o del Espíritu Santo o de los tres juntos? Sé muy bien que no puedo unirme a él por las leyes del honor, como tú las llamas, pero ¿crees que me siento menos honrada porque sea mi amante y no mi marido? No vivo para los prejuicios de la sociedad, que sólo fueron inventados para que nos atormentemos el uno al otro. Déjame en paz, mi querido inglés. Déjame en paz. Hagamos en cambio otra cosa. Nos casaremos cuando estemos en el cielo, pero en esta tierra ¡no! ¿Crees que la solución es mala? En nuestro hogar celestial, nuestr...

Grandes esperanzas (Fragmentos)

«En el primer momento no me fijé en todo esto, pero vi más de lo que podía suponer, y observé que todo aquello, que en otro tiempo debió de ser blanco, se veía amarillento. Observé que la novia que llevaba aquel traje se había marchitado como las flores y la misma ropa, y no le quedaba más brillo que el de sus ojos hundidos. Imaginé que en otro tiempo aquel vestido debió de ceñir el talle esbelto de una mujer joven, y que la figura sobre la que colgaba ahora había quedado reducida a piel y huesos. [...] ―¿Quién es? ―preguntó la dama que estaba sentada junto a la mesa. ―Pip, señora. ―¿Pip? ―El muchacho que ha traído hasta aquí Mr. Pumblechook, señora. He venido a jugar... ―Acércate más, muchacho. Deja que te vea bien. Al encontrarme delante de ella, rehuyendo su mirada, observé con detalle los objetos que nos rodeaban, y reparé en que tanto el reloj que había encima de la mesa como el de la pared estaban parados a las nueves menos veinte. ―Mírame ―me dijo miss...

Las muchas lenguas de Kundera

La primera novela de  Milan Kundera ,  La broma,  es la historia de cómo una ironía leída por quien no debería –escribir en una postal “El optimismo es el opio del pueblo”– arruina la vida de su protagonista en la Checoslovaquia comunista. La última,  La fiesta de la insignificancia  –que su editorial en España, Tusquets, saca a la calle el 2 de septiembre– relata en uno de sus capítulos como Stalin relata una historia que puede ser, o no, un chiste, aunque descubrirlo no es sencillo: si por casualidad no es un chiste y es un delirio de dictador, puede costar la vida al que se ría a destiempo. En medio, transcurre la vida de uno de los escritores europeos más importantes del siglo XX, cuya existencia podría ser definida como una gran lucha contra un mundo que ha perdido el sentido del humor. Los chistes son un ángulo magnífico para contar la historia del comunismo en Europa Oriental y la URSS: “Qué hay más frío que el agua fría en Rumania? El agua caliente”...