Ir al contenido principal

Cierra la librería que 'enamoró' a Hugh Grant y Julia Roberts

El establecimiento que inspiró la película 'Notting Hill' será clausurado después de 32 años por falta de un comprador

La librería de viajes de la película Notting Hill, aquel lugar bohemio del barrio londinense en el que Julia Roberts y Hugh Grant se enamoraban para ensoñación de los que se cansaron de las citas románticas a la luz de las velas, cierra en dos semanas después de 32 años. Su propietario desde hace 25 reside en Francia y ha decidido desprenderse de The Travel Bookshop, como se llama la tienda, ya que su único hijo no quiere hacerse cargo del negocio y no encuentra otro comprador.

Saara Marchadour, encargada de la librería hasta hace dos meses, cuenta en el periódico británico The Guardian que otra de las causas del inesperado cierre es la crisis económica que castiga a los pequeños comercios. La librería anunció hace un par de días en su cuenta en la red social Twitter que comenzaban a liquidar existencias "con pena, aunque con una sonrisa en la cara".

Un grupo de escritores británicos ha reaccionado a la noticia y ha iniciado una campaña para tratar de salvar The Travel Bookshop. Los intelectuales se han ofrecido voluntarios para hacer turnos de un día en la librería. "Es un lugar maravilloso, único y muy apreciado por los londinenses", dice la poetisa Olivia Cole, de 30 años, habitual de la tienda. "El hecho de que un escritor se convierta en vendedor por un día añade más romanticismo al lugar", añade Cole.

Alec Baldwin, el novio de Roberts en el filme hasta que Grant se cruza en su vida con sus libros de viajes y exploradores, se ha unido a la iniciativa en su Twitter: "Salvad The Travel Bookshop", tuiteó ayer en su cuenta.

El colorido establecimiento se había convertido en un lugar de peregrinación para los miles de aficionados de la película, que recaudó tras su estreno en 1999 más de 253 millones euros en todo el mundo. Aunque en la película no aparece el mismo local que ahora cierra sus puertas, The Travel Bookshop sirvió de inspiración para sus guionistas. "Cogieron la decoración de la librería y la reprodujeron en una tienda de antigüedades cerca de Portobello".

AGENCIAS / EL PAÍS


Comentarios

Entradas populares de este blog

Carta de Manuela Sáenz a James Thorne, su primer marido

No, no y no, por el amor de Dios, basta. ¿Por qué te empeñas en que cambie de resolución. ¡Mil veces, no! Señor mío, eres excelente, eres inimitable. Pero, mi amigo, no eres grano de anís que te haya dejado por el general Bolívar; dejar a un marido sin tus méritos no seria nada. ¿Crees por un momento que, después de ser amada por este general durante años, de tener la seguridad de que poseo su corazón, voy a preferir ser la esposa del Padre, del Hijo o del Espíritu Santo o de los tres juntos? Sé muy bien que no puedo unirme a él por las leyes del honor, como tú las llamas, pero ¿crees que me siento menos honrada porque sea mi amante y no mi marido? No vivo para los prejuicios de la sociedad, que sólo fueron inventados para que nos atormentemos el uno al otro. Déjame en paz, mi querido inglés. Déjame en paz. Hagamos en cambio otra cosa. Nos casaremos cuando estemos en el cielo, pero en esta tierra ¡no! ¿Crees que la solución es mala? En nuestro hogar celestial, nuestr...

Grandes esperanzas (Fragmentos)

«En el primer momento no me fijé en todo esto, pero vi más de lo que podía suponer, y observé que todo aquello, que en otro tiempo debió de ser blanco, se veía amarillento. Observé que la novia que llevaba aquel traje se había marchitado como las flores y la misma ropa, y no le quedaba más brillo que el de sus ojos hundidos. Imaginé que en otro tiempo aquel vestido debió de ceñir el talle esbelto de una mujer joven, y que la figura sobre la que colgaba ahora había quedado reducida a piel y huesos. [...] ―¿Quién es? ―preguntó la dama que estaba sentada junto a la mesa. ―Pip, señora. ―¿Pip? ―El muchacho que ha traído hasta aquí Mr. Pumblechook, señora. He venido a jugar... ―Acércate más, muchacho. Deja que te vea bien. Al encontrarme delante de ella, rehuyendo su mirada, observé con detalle los objetos que nos rodeaban, y reparé en que tanto el reloj que había encima de la mesa como el de la pared estaban parados a las nueves menos veinte. ―Mírame ―me dijo miss...

Las muchas lenguas de Kundera

La primera novela de  Milan Kundera ,  La broma,  es la historia de cómo una ironía leída por quien no debería –escribir en una postal “El optimismo es el opio del pueblo”– arruina la vida de su protagonista en la Checoslovaquia comunista. La última,  La fiesta de la insignificancia  –que su editorial en España, Tusquets, saca a la calle el 2 de septiembre– relata en uno de sus capítulos como Stalin relata una historia que puede ser, o no, un chiste, aunque descubrirlo no es sencillo: si por casualidad no es un chiste y es un delirio de dictador, puede costar la vida al que se ría a destiempo. En medio, transcurre la vida de uno de los escritores europeos más importantes del siglo XX, cuya existencia podría ser definida como una gran lucha contra un mundo que ha perdido el sentido del humor. Los chistes son un ángulo magnífico para contar la historia del comunismo en Europa Oriental y la URSS: “Qué hay más frío que el agua fría en Rumania? El agua caliente”...