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Demanda contra Apple y cinco editoras de libros electrónicos por su política de precios

Presentada en EE UU, acusa a las compañías de pactar para frenar los descuentos de Amazon y su Kindle

Un bufete de EE UU ha presentado una demanda, en nombre de dos particulares contra Apple y cinco editoras de libros electrónicos (HarperCollins Publishers, Hachette Book Group, Macmillan Publishers, Penguin Group y Simon & Schuster) por lo que considera un pacto ilícito para elevar el precio de los libros digitales e impedir a Amazon su política de descuentos en este sector para promocionar su lector Kindle.

En contra de la práctica clásica en aquel país de que los editores fijan un precio y las tiendas adoptan su propio precio de venta, los demandantes consideran que las citadas compañías pactaron los precios de venta a través de la tienda de Apple y forzaron a Amazon a asumir los mismos, obligándole a abandonar su política promocional de descuentos lo que supuso un perjuicio para el cliente que podía disfrutar de estas ofertas.

Los demandantes reclaman una cantidad por daños y que se establezca la ilegalidad del modelo de tarificación practicada por las citadas empresas. La demanda está abierta a cualquier ciudadano que quiera sumarse a ella.

El texto recuerda que Amazon vendía sus libros electrónicos a 9,99 dólares e incluso a precios inferiores. Eso hizo temer a las editoras que lograra una posición dominante en este mercado y que impusiera su política de precios por lo que en enero de 2010, las editoras pactaron con Apple, el texto habla de conspiración, una política de precios más cercana a la existente en los libros impresos. El anuncio, coincidiendo con la salida de la tableta de Apple, comprometía a las editoras a no admitir la venta a precios más bajos en otras tiendas en línea y no aceptar la distribución de sus obras si ello sucedía. Ello, siempre según los demandantes, obligó a Amazon a abandonar sus rebajas.

Se da la circunstancia de que esta semana, Amazon ha lanzado una versión web sobre Safari y Chrome de su tienda de Kindle para que los usuarios de móviles de Apple puedan acceder a su tienda sin que Amazon deba someterse a las exigencias de la tienda de aplicaciones de Apple que no admite en las mismas enlaces comerciales a empresas externas donde pueda concluirse una compra sin su control.

EL PAÍS

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