Leo, un adolescente que se niega a crecer es el protagonista que une
las cuatro pérdidas que dan título a la novela y que "paradójicamente le
proporcionan el alivio y la paz que necesita para pasar a otra fase
vital", ha declarado el Mercero en una entrevista a Efe.
La novela de Mercero encuentra el contraste entre su "sórdido"
contenido y el "positivo" tono que aporta su protagonista, casi el único
de los personajes que se muestra "sin impostura", siendo su mayor
problema el "mirar a un mundo que no le gusta" pero al que tampoco es
capaz de enfrentarse.
"Tener dudas es algo propio de la adolescencia, quiero reflejar esos
años de vida en los que estás en el alambre, pero a Leo le afecta más
por tener un espíritu hipersensible", comenta el escritor.
El tránsito de Leo hacia la madurez también está cimentado en la
literatura y en el "poder curativo" que en la escritura encuentra el
personaje.
El autor trasladó esta lección de su propia experiencia, ya que su
novela surgió como "una necesidad de sacar las muchas decepciones" que
él ha sufrido en "el mundo de la tele y el cine" ya que, a diferencia de
lo "manoseados" que son sus guiones antes de ser grabados, de "La
cuarta muerte" se siente "enteramente responsable".
Al protagonista de su obra solo le ha cedido, junto a la vocación por
la escritura, otro rasgo: "tener un padre famoso cuya fama te pueda
desalentar", dice.
"Piensas que siempre te van a comparar con él, que nunca vas a estar a
la altura y esto te puede llegar a bloquear", explica el hijo de
Antonio Mercero, creador de la serie de televisión "Verano azul" y
director de película "La cabina".
"Pero el padre de Leo y el mío solo comparten la fama", aclara,
puesto que la figura paterna de su novela queda en entredicho para su
hijo, mientras que él dedica al suyo esta primera novela.
"Él no está en condiciones de leer la novela, le enseñe que se la
había dedicado a él, pareció entenderlo y se puso muy contento", comenta
el escritor sobre su padre que sufre la enfermedad de Alzheimer.
Comentarios