Aunque un
informe oficial estableció que la violencia fue provocada por las
fuerzas del orden, los organizadores de las protestas de Chicago fueron
procesados y condenados. Delante de los jueces desfilaron las
personalidades más representativas de la nueva cultura norteamericana:
entre ellos por supuesto estaba Allen Ginsberg.
Durante el interrogatorio y el contrainterrogatorio, el autor de Aullido
salmodió y recitó sus poemas, indiferente a toda clase de burlas por
parte de la corte y determinado a explicar las razones profundas de
aquellas protestas.
Testimonio en Chicago
recoge las actas del interrogatorio con un prólogo de Fernanda Pivano y
la crónica de la comparecencia de Ginsberg delante de los jueces que
se publicó en The New York Review of Books en 1970 firmada por Jason Epstein, editor, escritor, periodista y co-fundador de la revista.
TRANSCRIPCIÓN DEL TESTIMONIO DE ALLEN GINSBERG
Primer interrogatorio de Weinglass, abogado de la defensa.
P: ¿Podría por favor indicarnos su nombre completo?
R: Allen Ginsberg.
P: ¿A qué se dedica?
R: Soy poeta...
P: ¿Ha estudiado en alguna ocasión en el extranjero?
R: Sí... En la India y en Japón.
P: ¿Puede precisarles al Tribunal y al jurado en qué... consistieron dichos estudios?
R: Mantra yoga, ejercicios de meditación, cánticos, aprender a sosegar
la mente permaneciendo en silencio, ejercicios de respiración para
sosegar cuerpo y mente..., pero sobre todo una rama llamada mantra yoga,
que es un tipo de yoga que entraña oraciones y cánticos.
P: ¿Cuánto tiempo estuvo estudiando?
R: Estuve en la India un año y cuatro meses, y luego fui a Japón,
al monasterio de Daitokuji... Allí aprendí los ejercicios zazen para
centrar el cuerpo y sosegar la mente.
P: ¿Sigue estudiando con alguno de sus antiguos maestros?
R: Sí, con el swami Bhaktivedanta... Lo he visto y he cantado con él
durante los últimos años por distintas ciudades. De hecho me ha pedido
que siga haciéndolo, sobre todo en convocatorias públicas.
El País
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