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Ejercitación del Cristianismo

“Lo pasado no es realidad para mí; solamente lo contemporáneo es verdad para mí. Aquello con lo que tú vives, de lo que eres contemporáneo, es realidad para ti”
Es sin duda tentador hacernos una aproximación a la dimensión intelectual de Søren Kierkegaard, despierta en nosotros un febril activismo, y no por ser obvio, cuando recurrimos a sus procedimientos escriturales, vemos en él todo un prolífico filósofo y teólogo, ambos ríos, que aunque parezca en la actualidad vías contrarias, este considerado padre del Existencialismo se encamina en mostrarnos el hecho filosófico a través del sufrimiento y la angustia, temas anclados en Martin Heidegger.
Con Ejercitación del Cristianismo vemos una muestra más de su filosofía de fe, de su reacción contra el idealismo y la religiosidad formalista de la iglesia. Este texto es la culminación de su esfuerzo filosófico- teológico, el cual afloró en 1850 bajo el pseudónimo Anti-Climacus. Como lo establece el mismo autor, haciendo referencia al texto: “Un ensayo para la extensión del cristianismo en la cristiandad”
El Correctivo, como hacía llamarse, o el Espía del cristianismo plantea al cristianismo como un acontecimiento que  ha sido arrojado al mundo no como algo susceptible de convertirse en doctrina, sino como lo absoluto. El hecho mismo de tratar de explicar al cristianismo, nos encaminaría o recurríamos una insubstancial pretensión de emparentamiento bajo los fines humanos.
Sacándole cuerpo a las interpretaciones filosófico-religiosa del Kierkegaard sobre el cristianismo y deteniéndonos el libro mismo, en el primer capítulo, es una opinión personal, lo veo algo vago y circulatorio, descripciones textuales del cristianismo que plantea lo que hemos estado acostumbrado. Habían momentos donde rayos de asombro, y no un asombro de quedar admirado, pasmado por lo que escribe, sino porque no estaba viendo al Kierkegaard que en otros texto había leído, si le digo en varias ocasiones quise dejarlo, no le falto, pero, Kierkegaard se hizo presente en su texto, cuando más adelante fue mostrado el carácter correctivo, como el mismo lo expresa, del cristianismo, haciéndome recordar las directrices de su pensamiento: Las congregaciones de la iglesia no tiene sentido, el cristianismo se había secularizado y politizado y el cristianismo se convierte en una religión vacía.
“Si la iglesia es libro con respecto al estado, todo está bien. Puedo adaptarme a esa situación inmediatamente. Pero si la iglesia va a emanciparse del estado, entonces debo preguntar: ¿Cómo?, ¿de qué manera? Un movimiento religioso debe religiosamente, ¡si no es una vergüenza! Consecuentemente, la emancipación debe suceder mediante el martirio, sangriento o no. El precio es la actitud espiritual. Pero aquellos que desean emancipar la iglesia por medios seculares y mundanos, han introducido una concepción de tolerancia totalmente consonante con la del mundo entero, donde la tolerancia es igual a la indiferencia, y esa es la peor ofensa que se puede hacer al cristianismo…. La doctrina de la iglesia establecida y su organización está muy bien. Oh, pero entonces nuestras vidas: creedme, son desdichadas”
Es un texto el cual recomiendo, sobre todo aquellos cristianos enclaustrado entre cuatros paredes, donde el cristianismo es solo un egoísmo personalizado, y donde el molde de fe es un asunto unitario, o mejor dicho territorial, donde no tiene cabida, sino solo ellos. A estos, es que le escribe Kierkegaard, a esos cristianos al cual los espía.

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