
El libro Apología de las palabras y otras variaciones del escritor Juan Carlos
Mieses es una propuesta discursiva sobre temas que zigzaguean entre
sus vivencias callejeras, donde brinca en sus recorridos por calles
coloniales, sin dejar fuera del escenario el amor, la soledad, la noche
como eje de una creación. Apología de las palabras trae como hilo uno de los ensayos de Paul Valery, donde menciona
una conversación llevada a cabo en Paris, a principio del siglo XX,
entre el poeta Stefan Mallarmé y el pintor Edgar Dagas, sin dejar detalle
se adentra en el mundo de la imaginación.
“Las palabras se parecen a nosotros quizá porque son el reflejo
de nuestro espíritu, la expresión delo que hay e el hombre de mas
asombro y menos explicable y traen dentro de sí, como nosotros, el
ansia de una posible eternidad, de un inasible infinito”
En torno a una calle, no es más que la imagen misma de nuestras experiencias.
La funcionalidad de las imágenes en nuestras vidas como móvil de experiencia,
como creadora de anécdotas. El periplo de la vida del autor, como lo
demuestra es un andar por diferente lugares, y como el acumulo de imágenes
nos dan forma en tránsito de nuestras vidas “Lo que ve mi imaginación
no corresponde exactamente con la realidad ya que la memoria tiene la
extraña costumbre de modificar el pasado” es un claro acontecimiento
que en le fraguar de sus caminatas las imágenes jugaron un papel de
importancia, por tal sentido, los caminos de la vida nos arrastran a
su final. En cada camino hay una sombra, una utopía, una incógnita,
una sorpresa, una experiencia que nos sale al encuentro.
El mundo de ayer es un producto experienzal, donde una vez más evoca
el mundo como modo de transito del ser humano, donde la muerte es una
vez más anunciada como vehículo de la misma experiencia. A la vez
invita a lector a sumergirse en esa experiencia que cada unos de los
caminos nos da a elegir para así satisfacer nuestra interioridad. Esa
invitación se asienta en el ejercicio de la lectura: “Y es que el
acto de leer, al igual que toda labor de creación, es una aventura
y como toda aventura está llena de riesgos, trampas, de finales insospechados,
pero también de realizaciones y de descubrimientos sorprendentes”
Este, más que un ensayo, nos invita también por el tránsito de la
poesía, la cual toma pequeños extracto de algunos escritos.
Sé tu el jurado crítico a la hora de leer dicho libro. En realidad
no fue un libro del cual me asombre por el desenvolvimiento escritural,
pues los temas recurrentes debieron ser tratados mas afondo.
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