Veintiocho
escritores ineludibles de varios países y de dos continentes, unidos
por una única lengua en plenitud creativa, integran esta compilación. Un
volumen que tiende un puente privilegiado entre el lector y los autores
más reconocidos, pues ellos mismos han escogido los fragmentos de su
obra que mejor representan sus preocupaciones y aspiraciones literarias.
Esta selección viene acompañada de un coloquio en el que razonan sus
criterios y en el que conversan acerca de sus influencias, sus
circunstancias, así como de otros aspectos de su obra y carrera.
Encontraremos
a los siguientes escritores: Mario Vargas Llosa, Ana María Matute,
Rafael Sánchez Ferlosio, Juan Goytisolo, Enrique Vila-Matas, Alfredo
Bryce Echenique, Cristina Fernández Cubas, José de la Colina, Ramiro
Pinilla, Jorge Edwards, Esther Tusquets, Sergio Pitol, Hebe Uhart,
Edgardo Cozarinsky, Javier Marías, Eduardo Mendoza, Carlos Fuentes,
Ricardo Piglia, Juan Marsé, Antonio Muñoz Molina, José María Merino,
Aurora Venturini, Horacio Castellanos Moya, Rafael Chirbes, Alberto Ruy
Sánchez, Elvio Gandolfo, Abilio Estévez, Evelio Rosero.
PRÓLOGO
Una
tarde de agosto en que corría la brisa por el pueblo de Cashiers,
Carolina del Norte, acompañé a mi madre a la biblioteca de la localidad.
A pesar de contar con una población de unas doscientas personas, la
biblioteca impresiona por lo bien provista, sobre todo gracias a las
familias que pasan los veranos en las montañas. Su fondo había recibido
donaciones sucesorias de libros -ejemplo de la tradición cívica
estadounidense de recaudación de fondos para proyectos comunitarios- y
nos dedicamos a mirar lo que estaba a nuestra disposición. Un libro
editado por Whit Burnett -a iniciativa de John Pen- llamó mi atención;
se titulaba This is My Best. Over 150 self-chosen and complete masterpieces, and the reasons for their selection.
A medida que hojeaba sus páginas, me percataba de su excepcional
importancia para la historia de la escritura literaria. Publicado por Dial Press
en 1942, el editor había pedido a los escritores más prestigiosos de la
época que «de la producción íntegra de toda su vida eligieran el pasaje
que en su opinión autónoma representara su mayor momento creativo.
[...] Un libro compuesto a lo largo de diversos años, la condensación de
múltiples puntos de vista a lo largo de vidas diferentes, la revelación
pública de las opiniones privadas de nuestros mejores escritores sobre
la consideración que tienen de sí mismos, y lo que más valoran de sus
escritos».
La introducción aclara que ni a T.S. Eliot, ni a Gertrude Stein les fue posible participar ya que se encontraban en Europa (en plena guerra). Sin embargo, William Faulkner, Pearl Buck, Sinclair Lewis, Ernest Hemingway, Willa Cather, Theodore Dreiser, Wallace Stevens, Langston Hughes y un conjunto de escritores, pensadores, poetas y filósofos colaboraron mediante la selección de sus piezas preferidas. Algunos compararon la operación con una tortura, pero se entregaron al esfuerzo. John Dos Passos escribió que «las páginas de libros anteriores que yo recordaba vivamente porque habían salido bien, parecen estropeadas cuando las miro de nuevo». Booth Tarkington consideraba que «hay pocos escritores, y ello a causa de su envidiable juventud, que puedan sentir afecto por obras de su propia factura una vez que han sido dadas a la fría imprenta».
La introducción aclara que ni a T.S. Eliot, ni a Gertrude Stein les fue posible participar ya que se encontraban en Europa (en plena guerra). Sin embargo, William Faulkner, Pearl Buck, Sinclair Lewis, Ernest Hemingway, Willa Cather, Theodore Dreiser, Wallace Stevens, Langston Hughes y un conjunto de escritores, pensadores, poetas y filósofos colaboraron mediante la selección de sus piezas preferidas. Algunos compararon la operación con una tortura, pero se entregaron al esfuerzo. John Dos Passos escribió que «las páginas de libros anteriores que yo recordaba vivamente porque habían salido bien, parecen estropeadas cuando las miro de nuevo». Booth Tarkington consideraba que «hay pocos escritores, y ello a causa de su envidiable juventud, que puedan sentir afecto por obras de su propia factura una vez que han sido dadas a la fría imprenta».
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