Aborda la historia del amor, en las dos décadas posteriores a la Guerra Civil, como idea cultural, como parte sustancial de la propia comprensión humana de la realidad y como forma de organizar las prácticas individuales y sociales que desempeñaron un papel crucial en la subordinación de las mujeres mediante la definición de su identidad y su subjetividad.
Las diferentes formulaciones del amor heterosexual en la sociedad española de la posguerra permiten profundizar en un aspecto aún bastante desconocido de la cultura del franquismo. Con esta exploración cultural se ha tratado de acceder no sólo a las sutilezas de los aparatos de control del Estado franquista sino, sobre todo, a las resistencias, saberes y tácticas cotidianas producidas por las mujeres de la época.
A través de la historia cultural del amor, en este periodo represivo del régimen franquista, se contribuye de forma significativa al conocimiento de las raíces históricas de los debates actuales sobre el proceso de configuración diferenciada de la identidad y la subjetividad entre hombres y mujeres. Este complejo acercamiento histórico-cultural ha requerido la compilación de una variada gama de herramientas teóricas y el uso de un amplio abanico de fuentes históricas novedosas.
Prólogo
El interés por un campo de investigación al que has de dedicarle varios años tiene siempre razones complejas, claro está que unas son más confesables que otras. En esta introducción expondré las razones confesables aunque algunas de ellas, como verán, son de índole personal.
Una de las influencias que ahora me parecen más vivas de aquellos inicios, hace ya algunos años, fue el relato de Raymond Carver «¿De qué hablamos cuando hablamos de amor?» que descubrí, de manera casual, hurgando entre estantes dedicados a la novela policíaca. Escrito casi como una trascripción de una conversación casual, el relato muestra algo importante, que el amor es un cajón de sastre en cuyo trasfondo hay muchas habitaciones. Esta es también una percepción común. Como muestra el cuento, al hablar de amor, se pueden plantear cuestiones tan dispares como emociones o sentimientos, relaciones entre dos personas (o varias), propiedades materiales o unidades de producción, identidad o subjetividad, parejas o familia o, también, intimidad o distancia. Tomándolo como una guía de trabajo, este relato me interpelaba a averiguar de qué trastienda del amor hablaría en mi investigación. Para sacarme de dudas otra luz vino a alumbrar esta cuestión, el descubrimiento del trabajo de Theodor Reik, escrito en los años que me proponía investigar, y con cuya cita he iniciado este libro. Reik, como Carver, apuntaba en la misma dirección, que no hay una genuina «love story» pues la historia de cualquier amor está inmersa en otra historia y es, precisamente esa, la que interesa descubrir. Esto no solo es verdad en cualquier biografía personal en la que toda experiencia de enamoramiento tiene como eje vital no tanto a la persona amada sino a otra temática vital que nos ocupa y dentro de la que ese enamoramiento en particular toma sentido. También sirve como metodología para afrontar la historia cultural del amor.
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