La recopilación en un
volumen (del que ofrecemos una antología) de los reportajes más famosos
de Hunter S. Thompson fue un acontecimiento editorial en los Estados
Unidos. El autor puso en circulación el concepto de «periodismo gonzo»:
aquel en que el reportero pasa de mero espectador a desencadenante de
la acción. Un espléndido ejemplo es el desmadrado reportaje «La gran
caza del tiburón», un encargo de Playboy, teóricamente para «cubrir» un
torneo de pesca en alta mar frente a las costas de Yucatán. En otros
textos de este volumen, el periodista gonzo enfoca su ojo salvaje en
figuras como Hemingway o Marlon Brando, organiza una alternativa de
«poder freak» en Aspen, etc.
«Lejos
de mí la idea de recomendar al lector drogas, alcohol, violencia y
demencia. Pero debo confesar que, sin todo esto, yo no sería nada»
(Hunter S. Thompson).
NOTA DEL AUTOR
"El arte es largo y la vida corta,
y el éxito queda lejos"
J. Conrad
Pero antes de poner manos a La Obra, como si dijéramos, quiero cerciorarme de que sé manejar esta elegante máquina de escribir (y sí, parece que sé)... en fin, ¿por qué no hacer esta rápida lista de la obra de mi vida y largarme de la ciudad en el de las 11,05 camino de Denver? Sí, ¿por qué no?
Pero me gustará decir en un momento, para que conste que es una sensación muy rara ésta de ser un escritor normteamericano de cuarenta años y de este siglo y estar sentado aquí solo en este inmenso edificio de la Quinta Avenida de Nueva York a la una de la madrugada de la noche anterior al día de Nochebuena, a unos tres mil kilómetros de mi casa, haciendo el índice de un libro de mis Obras Completas en una oficina de altas puertas de cristal que dan a una gran terraza que domina The Plaza Fountain.
Es muy raro, sí.
Comentarios