El pequeño libro del plagio es un ensayo conciso e inteligente sobre la copia y la propiedad intelectual, escrito por Richard Posner, uno de los juristas más respetados de Estados Unidos.
En los últimos años escritores en lengua inglesa como J. K. Rowling, Dan Brown o españoles como Camilo José Cela son algunos de los creadores que han sido acusados, con o sin fundamento, de plagiar otras obras, pero, ¿qué es exactamente el plagio? ¿Cómo ha evolucionado el significado de este término con las transformaciones culturales y sociales que han tenido lugar? ¿Se plagia más en la actualidad que en el pasado? ¿Cómo impacta todo ello en el actual debate sobre el alcance y los límites de la propiedad intelectual?
El de Posner es un ensayo provocativo que, además de servir como referencia a escritores, estudiantes y profesores, generará un debate necesario en una sociedad en la que cada vez se tiene más acceso a otras fuentes y autores y donde los límites de la creatividad, la originalidad y la copia son cada vez más difusos.
I
A los diecisiete años, Kaavya Viswanathan firmó un contrato para dos libros con Little, Brown. Recibió de la editorial quinientos mil dólares en concepto de anticipo de los derechos de autor, y los de adaptación al cine se los vendió a Dreamworks por una cantidad que no se ha revelado. Cuando, en abril de 2006, se publicó el primer libro —How Opal Mehta Got Kissed, Got Wild and Got a Life (literalmente: Cómo Opal Mehta recibió un beso, se asilvestró y tuvo una vida)—, la autora había cumplido ya los diecinueve y cursaba el segundo año de sus estudios universitarios en Harvard. En pocas semanas, los principales medios daban publicidad a un hecho que había sacado a relucir el Harvard Crimson: el libro reproducía prácticamente al pie de la letra numerosos pasajes de una escritora consagrada en ese tipo de novelas para mujeres jóvenes (chick lit), Megan McCafferty. Viswanathan había «conceptualizado y estructurado» su obra con la ayuda de una empresa especializada en ese turbio negocio de la «producción de libros», pero no hay indicios de que la empresa tuviera parte en los plagios.
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