Más allá de los sistemáticos del pensamiento foucaultiano,
la continuidad del eje-lenguaje que hereda Michel Foucault a través
de las reseñas filosóficas de sus anteriores autores y mentores como:
Bachelard, Canguilhem, Nieszche y Blanchot, siendo este ultimo
tratado de manera extendida en el texto que nos compete: El pensamiento de afuera, pretende auto-dirigirnos
a lo insinuoso de la palabra, al discurso del habla, a la dinastía
de la representación, al pensamiento de atracción, a la desaparición
del sujeto , a ese discurso reflexivo que sin escollo se lo traga el
vacio del riesgo.
“En efecto, a partir
del momento en que el discurso deja de resbalar por la pendiente de
un pensamiento que se interioriza y, dirigiéndose al ser mismo del
lenguaje, vuelve el pensamiento hacia el afuera, es además y de una
sola pieza: meticuloso relato de experiencia, de encuentros, de gestos
improbables, -lenguaje sobre el afuera de todo lenguaje, palabra sobre
la vertiente invisible de las palabras…”
El asentamiento progresivo-filosófico
del texto muestra la historia conceptualizada de una racionalidad interior,
que en incremento nos haces participe de la atracción manifestada por
los múltiples medios teóricos que son incitados por el exterior, por
la experiencia, por el vacio, la negligencia, por la misma presencia
del afuera. “La atracción tiene como correlato necesario la negligencia”
Michel Foucault en su
escrito nos encamina al ritmo del adentro y el afuera, dos archipiélagos
que crean limitantes al sujeto, y que en el desarrollo del mismo, pareciera
que en algunos casos lo que se expresa no necesariamente sea lo que
haya en el vacio contiguo al interior. Mientras, El adentro asume la
posición de mapeo, dando lugar una frontera del lenguaje, patria del
sujeto que habla. El afuera, es un terreno que va mas allá del lenguaje
discursivo, foráneo a las cartografía del pensar racional.
Este texto fue una aproximación
critica a la obra de Maurice Blanchot, la cual fue publicada en 1966,
pero a medida del tiempo, ese análisis crítico asumió otro giro,
dando lugar a una universalidad del lenguaje y su voluntad de conocimiento.
“ En la medida en que la interioridad es atraída fuera de sí, un
afuera se hunde en el lugar mismo en que la interioridad tiene por costumbre
encontrar su repliegue y la posibilidad de su repliegue; surge una forma-menos
que una forma, una especie de anonimato informa y obstinado-que deposita
al sujeto de su identidad simple, lo vacio y lo divide en dos figuras
gemelas, aunque no superponibles, lo desposee de su derecho inmediato
a decir Yo y alza su discurso una palabra que es indisociablemente eco
y denegación” .
Muy buen texto, se lo
recomiendo.
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