La moneda del libro digital en España cada vez brilla más por un lado
y se opaca por el otro: aumenta la oferta y ya representa el 22% del
total de títulos registrados (13% más que en 2011), al tiempo que ha
crecido la piratería: el cálculo es de unos 350 millones de euros de
pérdidas, o más exactamente, de dinero dejado de ganar. Entre un 13% y
15% de los 3.000 millones de la facturación del año pasado. “A mayor
oferta legal en formato digital, mayor piratería. Lo que significa que
las políticas oficiales contra este fraude no funcionan, no son
eficaces, son una vergüenza”, afirma Antonio María Ávila, secretario de
la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE).
Los datos surgen del primer estudio del sector sobre 2012,
según la información de la Agencia ISBN, y que ha presentado la FGEE.
Esas cifras indican que se publicó un 8% menos, es decir 88.349 obras
frente a la cifra récord de 2011: 103.102. De estos libros, el 78% son
en papel y el 22% en formato digital.
Tablas. Empate. Este sería el resultado del duelo que ha sostenido en
2012 el mundo editorial español con la doble crisis que afronta desde
hace unos años: la propia reinvención obligada del sector con un cambio
de modelo y paradigma, a la que se ha sumado la crisis económica global.
“Los resultados no son tan desastrosos teniendo en cuenta la coyuntura
que vivimos”, asegura Manuel Borrás, editor de Pre-Textos. Ahora bien,
aclara: “Hay que hacer una distinción entre las lenguas cooficiales y el
español. Es un agravio comparativo respecto a los apoyos que reciben
las ediciones en esas lenguas que es mayor frente a las de castellano”.
Las conclusiones arrojan varias clases de noticias:
Una noticia muy buena: Las lenguas cooficiales han aumentado sus ediciones.
Una noticia buena: Los títulos en formato digital han aumentado un 13%.
Una noticia regular: La reducción de títulos generales es de solo el 8%.
Y una noticia mala: Ha aumentado la piratería de libros digitales.
La noticia positiva sobre las lenguas cooficiales señala que en
catalán los títulos ascendieron a 7.175 (un 8% del total); en gallego,
1.340 (2%), en valenciano, 1.214 (1%) y en euskera, 1.201 (1%). Otro
dato positivo es que España es el segundo país de Europa, después de
Alemania, con más libros traducidos: 19.792 (casi el 20%), la mitad de
ellos procedentes del inglés.
La noticia buena referida a lo digital es que se registraron 20.079 obras en ese formato, un 13% más que en 2011. Así, el e-book
representa ya el 22% del total. Es una prueba de la puesta al día de
las editoriales por ofrecer en paralelo libros en papel y digital. Los
datos en otros soportes (CD, DVD y audiolibros) suman 4.209.
La noticia regular tiene que ver con el balance general: esos 88.349
títulos, de los cuales 64.061 son en papel. Esto es un 8% menos. “La
caída no se debe solo a las ediciones privadas sino también a la
reducción de títulos de instituciones, ayuntamientos y patrocinios de
organismos del Estado. Algo que seguirá ocurriendo este año”, advierte
Julián Rodríguez, editor de Periférica.
La FGEE explica que estas cifras no reflejan la realidad de la
actividad editorial, porque en 2011 se incorporaron en las estadísticas
libros que no habían sido catalogados en años anteriores, por eso la
caída es del 8%.
Y la noticia mala es que a mayor oferta digital legal, mayor
piratería. “Es indignante”, insiste el director de la FGEE. “Esos 350 o
400 millones de euros que se pierden con la piratería es también dinero
que deja de recaudar Hacienda. Cada vez que alguien compra un libro
electrónico, un iPad u otras tabletas baja libros, lo cual funciona como
un inhibidor de la compra. Y eso es la marca España”.
El principal problema, según Pilar Reyes, editora de Alfaguara, “es
sin duda la piratería. Es una discusión pública importante que se debe
dar. Ante una situación de crisis las empresas se están redimensionando y
eso ocurre en la industria editorial. Se está repensando el modelo de
negocio, cantidad de títulos, tirada media, precio, formatos, etcétera.
Pero no creo en la muerte próxima del libro en papel, es el soporte de
nuestra era cultural y tiene mucha vida”.
La industria editorial mueve anualmente en España cerca de 3.000
millones de euros, un 0,7% del PIB, y da empleo directo e indirecto a
más de 30.000 personas. Las 840 empresas editoriales agrupadas en la
FGEE representan cerca del 95% del sector.
Nuria Cabutí, consejera delegada del grupo Random House Mondadori,
adelanta otro problema: “A los datos de disminución de títulos
publicados en papel hay que añadirle la reducción de ingresos de las
ventas del sector editorial, que está en torno al 12% de acuerdo con
datos Nielsen. Esta fuerte caída es producida por una fuerte crisis de
consumo y el grave incremento de la piratería, ya que España va por
delante de otros países europeos en la venta de dispositivos de lectura
sin que esto se haya trasladado en un aumento proporcional de las ventas
digitales”.
Por temas, el 18% de los títulos catalogados correspondieron a libros
de ficción y similares (15.630). A estos les siguen los de infantil y
juvenil, 9.667 (11%); Medicina, 7.899 (9%); Sociedad y Ciencias
Sociales, 7.000 (8%); Humanidades, 6.643 (7%); Literatura y Estudios
Literarios, 6.273 (7%); Artes, 5.303 (6%); Economía, Finanzas, Empresa y
Gestión, 4.260 (5%); Derecho, 3.992 (4,7%); y Estilo de Vida, Deporte y
Ocio, 3.939 (4,7%).
Madrid y Cataluña, según el ISBN, fueron las dos regiones con mayor
volumen de actividad editorial, con 36.576 y 21.757 títulos
respectivamente, seguidos de Andalucía (10.929), Valencia (4.854) y País
Vasco (2.553).
Por comunidades autónomas, Madrid y Cataluña suman el 66,03% de los
libros catalogados. Son también las que mayor número de títulos
digitales han registrado, con 10.902 y 3.840 respectivamente. No
obstante, es Cantabria, con un 42,8%, la comunidad con un mayor
porcentaje de títulos digitales catalogado con respecto al número total
de libros, seguida por Madrid con un 29,8%.
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