El proceso de Franz Kafka, fue
uno de esos libros a los cuales le doy larga, es decir, dejo que se cuaje en el
tiempo para luego tomarlo y ver que hay en el, y le llegó su tiempo.
El escrito comienzo con Josef
K, el cual su mañana fue interrumpida bajo el alegato de una arresto,
inmediatamente ahí comienza la angustia, el miedo, la desesperación de este
personaje, pues es sometido a un proceso sin saber los motivos del mismo. Un
proceso judicial muy diferente a los procesos judiciales a los cuales estamos habituados, ya que este tiene que defenderse de lo que le imputaron, pero dicha imputación nadie la sabe.
Todo el relato va desde su
casa, el banco, los tribunales y la vivienda de su abogado, pero uno de los
ambientes que más me llamó la atención fue la iglesia.
Josef K fue un detenido con
libertad, pues iba de un lugar a otro sin importar su condición, pero esta
condición se ve cada día malograda por querer defenderse de lo que se le culpa,
lo cual cada pasa que da lo hace responsable. Se sentía cada día más hundido en
la verdad de su culpa.
Un Josef sin respuesta a lo que
estaba sucediendo, sin solución permisible, tanto el protagonista como el
escritor expresan como se puede entrar en las leyes, ya que no se encontraba
presente ninguna legislación que Josef pudiera usar para defenderse, ya que se
encontraba metido en un curso desconocido, sin saber los motivos ni las
consecuencias de estar en ese sitio.
Este paso se enfoca en la
muerte en donde la mayoría de los cuentos y novelas de Franz Kafka tienen el
mismo asunto de la muerte, es por esto que el escritor tiene los mejores
relatos de la literatura de este modelo, ya que la muerte se puede percibir
desde diferentes puntos de vista, de todas formas se puede mencionar que es un
camino que lleva a la liberación, en el curso el protagonista ve la única forma
posible de terminar con una vida alarmante en cada momento.
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