A lo largo de la historia ha habido varios momentos en que el conocimiento ha sido considerado una amenaza importante, particularmente para ciertos sectores de la población que han encontrado en la ignorancia una manera de subsistir y preservar ciertos privilegios sociales y de otro tipo. En ese sentido, acciones como la prohibición, la quema de libros, el encarcelamiento de escritores y otras han sido relativamente recurrentes en el desarrollo cultural y civilizatorio del ser humano.
Y si bien podríamos creer que nuestra época está exenta de ello –en vista del grado de “libertad” alcanzado, o porque podríamos creer que hemos aprendido de experiencias pasadas– lo cierto es que la tentación de la censura siempre está latente y puede ser puesta en práctica en cualquier momento.
El ejemplo más reciente de ello es un proyecto de ley propuesto en Missouri, Estados Unidos, según el cual un bibliotecario podría ser llevado a prisión en caso de dar a un menor de edad un libro “inapropiado”.
¿Pero cómo definir dicha cualidad? De acuerdo con la información conocida, dicho arbitrio recaerá en un consejo de padres que, por criterio propio y a sugerencia de otros, decidirán qué libro puede o no leer un menor de edad.
El proyecto de ley ha sido recibido con reservas y en algunos casos incluso con franca desaprobación, sobre todo por parte de los bibliotecarios del estado, para quienes la sanción en caso de contravenir la voluntad parental de no permitir que un niño lea determinado libro puede acarrearles una pena de cárcel.
Entre los títulos que ya han sido catalogados como “inapropiados” para menores se encuentran Matadero cinco, la novela más emblemática de Kurt Vonnegut, The Absolutely True Diary of a Part-Time Indian, de Sherman Alexie (cuya “falta” es describir una escena de masturbación) y Anderson’s Speak de Laurie Halse. Sin embargo, algunos quisieran prohibir incluso Un mundo feliz, de Aldous Huxley, que algunas asociaciones de padres en Estados Unidos han buscado censurar varias veces en años recientes.
Por ahora no se sabe si la ley será aprobada o no. Ya algunos grupos interesados han protestado contra ella y es posible que, al final, la libertad prevalezca.
Fuente:pijamasurf.com
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