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Vendedor callejero de té y escritor admirado por la élite india

Nueva Delhi, 23 ago (EFE).- Laxman Rao despacha té sentado a ras de suelo en una calle de Nueva Delhi, donde aprovecha para vender también sus obras literarias, que han contado con admiradores tan ilustres como la asesinada primera ministra Indira Gandhi.

"Aprended de él", espetó más de una vez Gandhi a los miembros de su Gobierno en referencia a ese "hombre que vende cigarrillos (luego llegó el té) bajo un árbol y escribe", le explicó a Rao en una ocasión un parlamentario indio, Shashi Bhushan, según cuenta a Efe.

El árbol bajo el que Rao prepara el tradicional té indio o 'chai' ya no es el mismo de entonces, allá por los años ochenta, ni tampoco el número de libros expuestos junto a su puesto, al haber pasado de una única obra, publicada en 1979, a las diez que vende ahora.

En total Rao ha escrito, en hindi, 24 libros -entre novelas, obras teatrales y ensayos- y a falta del apoyo de alguna editorial, este sexagenario tenaz publica y distribuye él mismo su obra desde el puesto de 'chai' o, a golpe de pedal, en colegios y librerías.

"De las ventas de libros saco unas 6.000 rupias al mes (cerca de 89 euros), pero mi trabajo principal es el té, con el que gano unas 10.000 rupias mensuales (145 euros) que me permiten pagar el alquiler de mi casa y los estudios de mis dos hijos", detalla.

Rao, hijo de campesinos, nació en 1952 en el estado occidental de Maharashtra, pero cuando tenía 22 años pidió a su padre 40 rupias (unos 0,50 euros actuales) y tomó un tren hasta Delhi, donde durante meses trabajó de limpia platos hasta que empezó a vender cigarros.

El joven Rao, apasionado lector del novelista indio en hindi Gulshan Nanda, quedó impresionado a su llegada a la capital india por el mercadillo de libro usado de Daryaganj, gracias al cual se empapó de autores clásicos como William Shakespeare o Karl Marx.

Fruto de esas lecturas nacería su primera obra, un ensayo de crítica literaria al que titularía "La historia nueva del nuevo mundo" y que tras ser rechazado por varios editores "que se negaban a leer el manuscrito", ahorró 7.000 rupias y lo publicó él mismo.

Después escribiría un libro inspirado en la figura de Indira Gandhi, "Primera ministra" (1984), que publicó el mismo año en que la 'dama de hierro' india fue asesinada y, en 1992, saldría "Ramdas", su primera novela y la obra que más repercusión ha tenido.

El texto narra la historia real del joven Ramdas, un mal estudiante que repentinamente da un giro a su vida y se convierte en un alumno ejemplar, pero que tras enamorarse y no poder casarse con la chica a la que quiere muere ahogado en extrañas circunstancias.

De "Ramdas" -inspirada en un vecino del pueblo natal de Rao- se han vendido 2.200 ejemplares, se encuentra en la imprenta una nueva edición y su versión teatral ha sido representada "con gran éxito" en numerosas ocasiones, apunta su autor.

"Escribo sobre lo que veo y me cuentan, historias verdaderas que me inspiran, desde una persona que vive en un basurero y lucha por vivir hasta la persona que se puede permitir viajar en coche", relata Rao mientras señala el colegio que hay frente a su puesto.

Allí estudiaba Renu, la protagonista de una novela homónima (2008) que ya ha sido reeditada y que relata cómo esa joven, hija de un alcohólico y que acudía vestida de harapos a la escuela, se convirtió con los años en una importante y adinerada ejecutiva.

"Varios estudiantes que venían a mi puesto a tomar 'chai' me contaron su historia", afirma Rao, sentado con las piernas cruzadas frente a un gran cazo con té que calienta con un hornillo a gas.
Historias como esas son las que han animado a muchos profesores a llevar a sus alumnos a charlar con Rao para mostrarles su trabajo o que conozcan la historia de su vida.

"Toda una inspiración", como señala Rajesh Kumar junto al puesto de 'chai', un aspirante a escritor que descubrió la obra de Rao por casualidad en una feria del libro y que tras leer varios de sus libros quiso conocer al autor en persona.

La expresidenta de la India, Pratibha Patil, se hizo eco también del trabajo de Rao y, en 2009, lo invitó junto a su familia al palacio presidencial, donde le dijo, como recuerda orgulloso Rao, que realizaba "una gran labor por el país y por el hindi".
Moncho Torres

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