Ir al contenido principal

Busque, compare y si encuentra algo mejor, cómprelo online

MADRID, 05 (Portaltic/EP)

Cada día un mayor número de dueños de librerías confirman su sospecha de que algunos clientes realizan lo que se denomina como 'showrooming'. Esta práctica se basa en que los consumidores acuden a una librería para conocer el catálogo de precios de los títulos, una vez visto navegan con su 'smartphone' o 'tablet' y se marchan del establecimiento. De esta forma, comparan precios y si el eBook es más barato deciden comprar el libro electrónico en una tienda online, como por ejemplo Amazon.

Según el estudio llevado a cabo el pasado mes de octubre por el Grupo Codex -recogido por The New York Times-, un 24 por ciento de los usuarios encuestados aseguran haber comprado un libro en el último mes en un tienda online después de haber visto ese libro en una librería física. Asimismo, un 39 por ciento de las personas confirmaron que después de mirar el libro en un librería normal lo compraron en la tienda online Amazon.com.

De esta forma, los dueños de las librerías se están sintiendo "frustrados" al ver que con esta práctica los consumidores tiene ventajas a la hora de elegir libros. Una ventaja frente a otros compradores gracias a las recomendaciones que el personal de la tienda hace al cliente, aunque este más tarde se marche y compre en otro establecimiento.

No obstante, los propietarios de librerías han afirmado que esta práctica del 'showrooming' se reduce en los pequeños establecimientos, ya que los usuarios se sienten más avergonzados al estar más a la vista del dueño de la librería.

Por su parte, el propietario de la librería Bluen Willow situada en Houston, Valerie Koehler aseguró que le había parecido ver de vez en cuando a los clientes escribir títulos en sus 'smartphones' en lugar de comprar los libros. Aunque, por otro lado, "realmente no hay mucho anonimato", ya que "la mayoría de las personas que llegan es porque quieren conseguir algo" en este establecimiento, añadió.

Igualmente, el presidente del Grupo Codex, Peter Hildick-Smith, indicó que para los editores y los libreros "es una preocupación real, sobre todo teniendo en cuenta el creciente número de lectores electrónicos". Además, "estas dos fuerzas combinadas van a poner aún más presión sobre las ventas de las librerías el próximo año, a menos que los editores pueden hacer más para apoyar a los minoristas de libros", concluyó.

Enlace relacionado:

- The New Nork Times: (http://mediadecoder.blogs.nytimes.com/2011/12/04/book-shopping-in-stores-then-buying-online/?ref=technology)

Comentarios

Entradas populares de este blog

Carta de Manuela Sáenz a James Thorne, su primer marido

No, no y no, por el amor de Dios, basta. ¿Por qué te empeñas en que cambie de resolución. ¡Mil veces, no! Señor mío, eres excelente, eres inimitable. Pero, mi amigo, no eres grano de anís que te haya dejado por el general Bolívar; dejar a un marido sin tus méritos no seria nada. ¿Crees por un momento que, después de ser amada por este general durante años, de tener la seguridad de que poseo su corazón, voy a preferir ser la esposa del Padre, del Hijo o del Espíritu Santo o de los tres juntos? Sé muy bien que no puedo unirme a él por las leyes del honor, como tú las llamas, pero ¿crees que me siento menos honrada porque sea mi amante y no mi marido? No vivo para los prejuicios de la sociedad, que sólo fueron inventados para que nos atormentemos el uno al otro. Déjame en paz, mi querido inglés. Déjame en paz. Hagamos en cambio otra cosa. Nos casaremos cuando estemos en el cielo, pero en esta tierra ¡no! ¿Crees que la solución es mala? En nuestro hogar celestial, nuestr

Donna Tartt, el vuelo entre la alta y la baja literatura

Por su primer título,  El secreto  (1992), Donna Tartt  (Greenwood, Misisipí 1963) recibió un adelanto de 450.000 dólares (el equivalente sería hoy una cifra muy superior), caso insólito en alguien que no había publicado aún nada. Antes de salir el libro, un  extenso perfil aparecido en  Vanity Fair  predijo la fama de la autora, anunciando la irrupción en el panorama de las letras norteamericanas de una figura que supuestamente borraba la distancia entre la alta y la baja literatura. Confirmando las esperanzas puestas en ella por sus editores, “El secreto” vendió cinco millones de ejemplares en una treintena de idiomas. Las críticas fueron abrumadoramente favorables, aunque no hubo unanimidad con respecto al diagnóstico de  Vanity Fair.  La primera novela de Donna Tartt es un thriller  gótico que lleva a cabo con singular habilidad el desvelamiento de un misterioso asesinato perpetrado en el departamento de lenguas clásicas de Hampden College, institución universitaria de carácter

Las muchas lenguas de Kundera

La primera novela de  Milan Kundera ,  La broma,  es la historia de cómo una ironía leída por quien no debería –escribir en una postal “El optimismo es el opio del pueblo”– arruina la vida de su protagonista en la Checoslovaquia comunista. La última,  La fiesta de la insignificancia  –que su editorial en España, Tusquets, saca a la calle el 2 de septiembre– relata en uno de sus capítulos como Stalin relata una historia que puede ser, o no, un chiste, aunque descubrirlo no es sencillo: si por casualidad no es un chiste y es un delirio de dictador, puede costar la vida al que se ría a destiempo. En medio, transcurre la vida de uno de los escritores europeos más importantes del siglo XX, cuya existencia podría ser definida como una gran lucha contra un mundo que ha perdido el sentido del humor. Los chistes son un ángulo magnífico para contar la historia del comunismo en Europa Oriental y la URSS: “Qué hay más frío que el agua fría en Rumania? El agua caliente” “¿Cómo se llama una orq