Viene a ser el primer libro de la trilogía: Claus y Lucas de la escritora hungara Agota Kristof. El gran cuaderno es el inicio de la
historia de dos hermanos gemelos, los cuales nadie distingue a través de la lectura. Ambos sobreviven en medio de la gran
guerra que azota a Europa. Su madre huyendo de las atrocidades de la guerra,
busca como escape y salvamento, la casa de la abuela de los hermanos, a la cual
llamaban la Bruja, un ser antipático, que desde principio del
escrito ya sabemos el norte de esta mujer, un personaje al cual se le acusa de
envenenar a su esposo, y donde el sarcasmo se personaliza en ella cuando frente a la
tumba de su esposo lo insulta, independientemente de lo bien tratada que este la tumba.
Las condiciones en la casa de la abuela era mas propicia
para tenerlo, pues disponía de un huerto, donde
realizaba ventas lucrativas. Ahora, independiente del llamada bienestar que
podían recibir en la casa de la
abuela, todo es una falsa, pues los niños fueron sometido a trabajos,
a condiciones extremas de asimiento, si se podría
decir, pues tuvieron que lidiarse su propio bienestar, pues la abuela recurría al maltrato, aunque al final de texto se producen cambio,
pues ya los niños no pertenecen a la madre,
sino que ellas es la propietaria, y a la vez entrega toda su fortuna a los
gemelos. A pesar de las condiciones adversas, lidian ellos mismos un código moral que resulte de soporte a largo plazo, pues un
cuaderno grande, un diccionario y una Biblia, dieron al trate para estudiar
cálculo, ortografía, composición y poner en ejercicio la memoria. Esta suerte de preparación propia da a lugar a engrosar las historias de El Gran
Cuaderno.
Es un escrito sin muchos adornos, de un estilo sencillo, sobrio y simple, donde
lo descriptible se ausenta, solo pincelando algunas cosas, siempre en presente y con una marcada pluraridad, su único propósito es contar la historia a
lo que fueron sometidos, y como ambos gemelos lidiaron su vida: “Decidimos endurecer nuestro cuerpo para poder soportar el
dolor sin llorar.”, “Estamos obligados a hacer determinados trabajos para la
abuela, porque si no no nos daría de comer y nos dejaría pasar la noche fuera.”,
donde la inocencia es vejada totalmente, donde los diálogos no son extensos. Este primer texto va tocando temas
donde los niños se hacen participe de
muchas de las historias: economía, guerra, política, sexo, muerte, religion, entre otros temas.
Independientemente, de las historias que cuenta el texto,
hay momentos donde algunos acontecimientos se hacen a la ligera, que en la
medida pueden provocar saltos de paginas y se pierde la posibilidad de respetar
la fluidez de la lectura del mismo. En el marco de este aspecto, veo esta
historia bien adaptable para un film donde bien podría desplegarse aquellas ausencias descriptibles.
En sus
manos os dejos
Comentarios