Título original: On writing
Autor: Charles Bukowski
Traduccion: Abel Debritto
Editorial: Anagrama
Año de publicación:2015
Año de edición :2017
Número de páginas:248
Genero: Nonfiction, biografía, Historia, Filosofía, Autobiografía, Lenguaje
“Soy un tipo peligroso cuando se me deja solo frente a una máquina de escribir.”
Henry Charles Bukowski, bien conocido por su sucio realismo, cinismo, lenguaje gráfico y escritura controvertida, fue uno de esos escritores de los cuales, te gusta u odia. Con historias controvertidas, imprevisibles, a veces brutales o locas, pero aburrida, podria ser para algunos quienes lo describen por sus palabras.
“La fama y la inmortalidad nunca serán mías. Es más, no las quiero.”
La enfermedad de escribir es una colección de cartas inéditas del icono del realismo sucio sobre el arte de escribir, la cual recoge las reflexiones sobre el oficio al que se dedicó toda su vida: “Tengo 70 años pero estaré en la gloria si el vino tinto sigue fluyendo y la máquina de escribir funcione. Me lo pasaba bien cuando escribía relatos obscenos para las revistas porno para pagar el alquiler y sigo pasándomelo bien a pesar de los peligros de la fama y el dinero… y esos pasos cada vez más cercanos de la muerte. He disfrutado de la lucha de la vida y la dejaré sin remordimientos.
Más de una vez he dicho que escribir es una enfermedad.”
Un libro no solo de lineas memorables, sino de la dureza caracteristica del autor dirigida a editores, amigos y compañeros escritores. Unas cartas que no delinean una época como lo hacían otros escritores, porque en parte evitó los movimientos artísticos : “los miembros de la "Escuela de Montaña Negra" de poetas de Charles Olson carecen del valor de "fallar solo", Un escritor de la soledad.
Leer este libro es rastrear el pensamiento de Bukowski, de ir a “Quería un ejemplar de Portfolio con mi relato. Estaba deprimido, tenía ganas de suicidarme y delirios alcohólicos.” A emitir un dicho sobre la poesia: “La poesía no me interesa. No sé qué es lo que me interesa. Supongo que todo lo que no sea aburrido. La poesía convencional no tiene vida aunque parezca lo contrario.” Es un texto que debe ir buscanle el ritmo, si es que lo tiene, pero a veces resulta algo repetitivo, pues conociendo quien escribe, no va más allá que los temas de los cuales le son propios. “y cuando vendí la máquina de escribir en San Francisco para emborracharme, no pude dejar de escribir ni de beber, así que escribí los cuentos a mano durante años y luego los adorné con ilustraciones para que llamaran la atención.”
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