Junto a estos dos escritores que no han dejado de explorar nuevas
formas de escribir y tratar de borrar las fronteras entre los géneros
literarios suenan los siguientes nombres: Francisco Brines, Martín de
Riquer, Fernando Savater, Eduardo Mendoza o Antonio Muñoz Molina. En
esta quiniela también podría estar Javier Marías, si no fuera porque el
pasado 25 de octubre rechazó el premio Nacional de Narrativa que concede el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, con el argumento de que desde hace más de diez años ha decidido no aceptar ningún premio oficial. Y el Cervantes también lo concede el Ministerio, desde 1976, con una dotación de 125.000 euros.
Pero como no hay nada escrito sobre la alternancia en el premio, si
este año se le concediera a un autor de América Latina, este podría
recaer en el poeta nicaragüense Ernesto Cardenal, que acaba de recibir
el Reina Sofía de Poesía; la narradora y periodista mexicana Elena
Poniatowska; la poeta y crítica uruguaya Ida Vitale; la poeta cubana
Fina García Marruz; o el novelista y profesor argentino Ricardo Piglia.
El País
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