El médico de Lhasa, viene a ser el
segundo libro, si podríamos decir de una trilogía de los escritos
de Lobsang Rampa o Tuesday Lobsang Rampa, quien fuera el seudónimo
literario de Cyril Henry Hoskin, El tercer ojo y El cordón de plata. Este autor de unos
19 libros donde trata diversos temas que van desde la religión, ocultismo
entre otros, y por decir, el centro del mismo de sus narraciones: la
vida en el Tibet, fue un escritor algo polémico, y quien confiesa en
el mismo libro que fue víctima en Inglaterra de un ataque contra su
integridad moral, pues como dice él mismo movido por la envidia: “Por
primera vez he podido afirmar en un libro que soy lo que digo ser y
que mis libros son la pura verdad”
Este lama tibetano se
formó con toda la educación de un médico clarividente, quien tenía
como elementos curativos las plantas e hipnotismo. Nacido en una familia
muy distinguida y una de las principales de Lhasa, y quien antes de
cumplir los siete años recibe la profecía de los sacerdotes astrólogos
del Tibet donde proclaman su ingreso a una lamasería donde se haría
un sacerdote cirujano.
Dejando a un lado algunos
rasgos personales del escritor, El médico de Lhasa es un escrito que
nos muestra la extracción de un ser con ideales, cultura y religión
muy exentas a las que le toco vivir en occidente, y el cual siendo ayudado
por el Dalai Lama otorgó todo lo necesario para su preparación, y
a la vez para navegar en ese mundo, donde en principio se le hizo inadaptable,
pero que mostró ir adaptándose. La ciudad de Chungking viene a ser
el centro de capacitación del médico y donde van y vienen las aventuras
y desventuras del mismo.
Personalmente el texto
como tal viene a ser una narrativa que tiene como ápice el contar aventuras
del médico, donde escasea los adornos literarios, si es por contar
una historia se vería interesante el texto y te entretiene, pero no
pasa de ahí, haciendo la salvedad que hay algunos capítulos que en
realidad se podría sacar algo. La imaginación, el magnetismo, la electricidad
son narrados por el escritor como algo sorprendente, el montarse en
un avión y experimentar su vuelo, y que otros temas como la muerte,
ya quedan sentado en texto, pero sin una mayor explicación, solo conformarme
con su vaga explicación y saltando a otros puntos como la clarividencia,
los prisioneros de los japoneses, la bomba, como se debe respirar.
“Reconozco que el
entretenimiento de la personalidad es muy importante –pensé-. Y sé
como el primero que la muerte en la Tierra significa el nacimiento en
la Vida Mayor. Sé que no hay muerte, que este es solo el Mundo de la
Ilusión y que la vida autentica es la venidera, cuando abandonemos
este escenario de pesadilla en que nos movemos, esta Tierra que solo
es una escuela a donde hemos venido a aprender nuestras lecciones. ¿La
muerte? No existe. Entonces, ¿Por qué estoy abatido?”
En sus manos
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