Los nominados este año fueron Denis Johnson, por Train dreams; Karen Russell, por Swamplandia!; y la obra póstuma de David Foster Wallace The pale king. Entre los círculos literarios de EE UU se comentaba recientemente como posible ganador a Foster Wallace, que podría haber repetido la gesta de John Kennedy Toole, que se hizo con el premio en 1981, después de fallecido, por La conjura de los necios. En 1958 también se le había concedido de forma póstuma a James Agee, por Una muerte en la familia.
Foster Wallace se ahorcó en 2008. Su viuda, Karen Green, encontró el texto, escrito a lo largo de una década, en su ordenador y, junto a su agente literario, Bonnie Nadell, lo entregó al editor Michael Pietsch para que le diera el acabado necesario para publicarlo en forma de libro, algo que finalmente sucedió el año pasado.
Swamplandia! ha sido uno de los éxitos de la temporada. Se trata de la primera novela de Russell, centrada en una familia de luchadores de cocodrilos profesionales en el Estado de Florida. Train dreams, de Johnson, ha sido uno de los mayores éxitos de crítica de la temporada. La revista The New Yorker la elogió por sus “frases declarativas que mantienen una seca fuerza durante páginas enteras, para, de repente, caer en el lirismo”.
En total, el Pultizer a la mejor obra de ficción ha quedado desierto en siete ocasiones, incluyendo su edición de este año. El premio comenzó a concederse en 1948, y el primer autor en recibirlo fue James A. Michener, con su novela Cuentos del Pacífico Sur. Hemingway lo consiguió en 1953, con El viejo y el mar y Faulker en dos ocasiones, en 1955 y 1962, por Una fábula y La escapada, respectivamente.
Cada año, el jurado del premio varía. En esta ocasión, le correspondía fallar a Susan Larson, exeditora literaria del diario The Times-Picayune, de Nueva Orleáns; Maureen Corrigan, crítico literaria de Fresh Air de la cadena de radio NPR, y el novelista Michael Cunningham, que ganó el galardón en 1999 por Las horas.
El veto final no siempre proviene del propio tribunal. En 1977 el consejo de administración del Pulitzer, otorgado por la Universidad de Columbia, anuló la decisión del jurado porque consideró que la novela El río de la vida, de Norman MacLean, no era de calidad suficiente. No se sabe de quién provino la decisión última en esta edición.
Aparte de las 14 categorías periodísticas, el Pulitzer se ha fallado este año en el apartado de poesía a Tracy K. Smith, por Life in Mars, y en el de dramaturgia a Quiara Alegría Hudes, por Water by the spoonful. Ha habido tres de no ficción: el de historia, que ha recaído sobre Mannning Marable por Malcom X: a life of reinvention; el de biografía, que ha ido a parar a John Lewis Gaddis por el libro George F. Kennan: an American life, y el de no ficción general, para Stephen Greenblatt por The swerve: how the world became modern.
El País
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