Título original: Sobre el olvido
Autor: Anna Pages
Editorial: Herder
Año de publicación: 2012
Año de edición :2018
Número de páginas:158
Genero: Ensayo, nonfiction, Filosofía
La cuestión de cómo lidiar con la realidad del olvida es tan vieja como la misma promesa de recuperar el recuerdo trillando cientos elementos asociativos. A pesar de que olvidar es tan normal, no se comprende tan exactamente como olvidamos, es decir, los mecanismos moleculares, celulares y de los circuitos cerebrales que subyacen al proceso. Hay que destacar que hay estudios que han identificado un mecanismo que es esencial para formar recuerdos, pero a la vez también esencial para eliminarlo después de que hayan formado los recuerdos. Pero dejemos a un lado este punto, vamos caminar por otro rumbo, no tan científico.
En lo que respecta a este libro Sobre el olvido de la escritora Anna Pagés, que de entrada nos habla de los efectos de la guerra, como aquel episodio traumático, y teniendo como ejemplo, La Guerra Civil Española, nos cuenta como estos momentos de desequilibrio en lo humano, impacta a muchas generaciones. El dolor trasciende a la generación que la vivió en primera persona. El trauma se desplaza y nos afecta a todos. ¿Cómo pensar el olvido? Es la pregunta con la que arranca este ensayo y sobre la que lanza una primera hipótesis que trabaja a lo largo de todo el libro. “Pensar sobre el olvido sería plantear la posibilidad de ir más allá de lo que podría ser recordado en algún momento como si se tratara de un contenido: porque el contenido no está”
‘’El olvido se parece a lo intraducible como una experiencia que señala la dificultad de descifrar. Al olvidar, definimos una especie de ‘vacío en el discurso’. […] El verdadero olvido supone el reconocimiento de la presencia de la pérdida como ‘lo indecible’’
Este excelente ensayo presenta una visión sobre el recuerdo y sus contradicciones, donde arrastra como punto de apoyo para extender lo que nos quiere dejar dicho Pagés, a varios escritores como Nietzsche, Freud, Gadamer, Jorge Semprún, Thomas Mann, entre otros. El olvido puede compararse con un brusco despertar, y aunque pareciese que el recuerdo nos desvela y el olvido nos adormece, es al revés. El olvido debe ser el comienzo de algo nuevo, aunque tengamos que inventarlo. El olvido es una experiencia de tipo subjetiva e intergeneracional, como lo dice Pagés, relacionada con una vivencia del tiempo pasado desde el presente, cumpliendo una función de verdad en cada uno, en la medida que los acontecimientos del pasado repercuten en cómo vivimos nuestra vida hoy.
‘’Olvidar no es huir, olvidar no es en ningún caso únicamente dejar atrás ni mucho menos suprimir o erradicar. Olvidar es saber que, por mucho que huyamos, por mucho que dejemos atrás o intentemos erradicarlo, algo quedó ahí enquistado, irreductible como una piedra con la que tropezamos constantemente cuando no la dejamos “ahí donde está”. Pero ello no impide que podamos buscar el sentido de las palabras, un cierto “orden del discurso” que rodea lo intocable.
Comentarios