Título original: Nälkävuosi
Autor: Aki Ollikainen
Traductor: Luisa Gutiérrez
Editorial: Asteroide
Año de publicación: 2012
Año de edición :2018
Número de páginas:136
Genero: Ficción, Novela, Historia, Ficción histórica, Adulto,
«¿es por casualidad acaso que justo los pobres mueran de hambre y salgan a mendigar?» «Tal vez sea ese el quid de la cuestión. La hambruna elimina a los más débiles de la nación, igual que un jardinero poda las ramas podridas de un manzano».
Esta breve obra, una novela que realiza un viaje a la mendicidad de una pequeña familia bajo el grito desesperado del hambre que carcome a todo un pueblo, mientras por otro lado las vidas de la clase alta, representando por el senador y los médicos en Helsinki durante los años de hambruna de 1867-1868 en Finlandia se en algo ausente de la misma. Sin lugar a duda, la lectura de este libro, ya desde su inicio te invita a ver aquello que se ve tan tierno, tan hermoso como la nieve, hasta convertirse todo en hielo, transformándose en uno de los estados más atroz que pueda experimentar el ser humano.
La angustia humana tiene un solo rostro que tras batidores se encuentra la misma muerte. Dolorosa, cruel, la mendicidad toma cuerpo a través de la hileras de personas en busca de alimentación, que ya no ven a flote, sino que todo esta cubierto de nieve y hielo. “Son los fantasmas de este invierno: estatuas de nieve que el viento desgarra de una alta mar helada.” «El color de la muerte es el blanco. En los entierros, se viste de negro; los vivos se visten. También el difunto va de negro, pues está ataviado con las mejores ropas que poseyó en vida, pero su rostro siempre es blanco. Cuando el alma abandona a una persona, solo queda el blanco». “También nosotros sufrimos ya escasez de comida, aunque la nuestra es de las haciendas más prósperas de la región. Hubo que despedir a una parte del servicio, no podíamos permitirnos más bocas que alimentar —Viklund conversa con Lehto.” Cuando apenas se acaba la comida el lado espeluznante del ser humano aflora la realidad de su necesidad, como bien nos dice Miguel Hernandez: “El hambre es el primero de los conocimientos: tener hambre es la cosa primera que se aprende.”
La novela El año del hambre de Aki Allikainen nos hace caminar por el invierno interminable y el hambre implacable que vivió Finlandia donde la única opción era mendigar. Los mendigos debían estar en constante movimiento, porque esto, aparte del hambre y el frio, trajo enfermedades transmisibles donde más de cien mil personas murieron. Personas que mueren en tiempo de paz.
“ La hambruna elimina a los más débiles de la nación, igual que un jardinero poda las ramas podridas de un manzano.”
En Helsinki, la perspectiva está en los hermanos Renqvist, de los cuales Lars es ayudante de cámara y Teo es médico. El hambre no afecta directamente la vida de estos justos, pero nadie puede evitarlo. Otra historia que interviente en la novela es la historia de una pareja Juhan y Marja, que intentan salir adelante en medio de una carencia con sus pequeños hijos Mataleena y Juho. El comienzo del otoño ha aplastado todas las esperanzas de la cosecha, e incluso los lucios
del lago están miserablemente delgados. No se ve bien. Más tarde, la miseria también se ve a través de los ojos de un niño a través de Mataleena.En lo personal es una interesante novela, donde la desesperación es recreada por el autor a través de la ficción, esos amargos momentos de familias arracadas de sus tierras detrás de la respuesta más sinceras que tiene el hombre: comida. En cada página vemos que tan cruel es el hielo, la nieve, la atmosfera que se vivía: “Son los fantasmas de este invierno: estatuas de nieve que el viento desgarra de una alta mar helada.” “Bloques de tierra congelada golpetean la tapa del ataúd” “Las miradas están huecas, irradian frío.” “El hielo restalla y se quiebra en los troncos de la pared; ” “Trata de establecer contacto visual, pero el hombre mira ora más allá de los campos, ora la nieve, pero nunca a ella.” “El viento gime ronco como un tuberculoso. ” “La mujer queda acostada en medio del claro, la nieve la envuelve con suavidad. ” Cada una de estas palabras nos muestras el rostro cruel y trágico del invierno y el hambre sin muchos adornos.
“En el mismo sitio. Hemos sobrevivido a la peste y a la guerra, así que superaremos también este año, piensa Lars, pero en su cabeza escucha una voz que dice: nosotros tal vez, pero muchos otros no. ”
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