Título original: Los casos del comisarios Crose
Autor: Ricardo Piglia
Editorial: Anagrama
Año de publicación: 2018
Año de edición :2018
Número de páginas:188
Genero: Ficción, Relatos, Cuentos, Cuentos Cortos, Policiacos,
Siendo este uno de los libros que dejó Ricardo Piglia antes morir, y que se publicara de manera póstuma, Los casos del comisario Croce, fueron escrito gracias a Tobii, un programa sueco. Este programa convierte las pupilas del ojo humano en mouse, lo cual si fija la vista sobre una letra a un teclado que muestra la pantalla del ordenador durante varios segundos, esta queda señalizada, y un pestañeo sustituye al clic. La Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) le había dejado el resto del cuerpo paralizado. Una historia igual a esta es la del escritor Tony Judt, quien en su libro El refugio de la memoria tiene el coraje de recurrir a los laberintos del recuerdo bajo esta condición y dejar plasmada su vida, se lo recomiendo.
El personaje principal, como bien sabemos es Croce, el típico agente que ya en sus últimos días esta para retirarse o que aún tiene la intención de decirse que le queda por investigar algunos casos. Un investigador que habita por los pueblos de la provincia de Buenos Aires o por la ciudad de La Plata, o hasta la misma capital. Los casos derivan en una ironía, una sutileza que bien supo utilizar el escritor mezclando situaciones surreales, éticos y políticos, claro sin acudir a la deducción ni a la lógica.
Son doce cuentos que se hacen deudor de una tradición que tenía la mira en los cuentos policiales de Bustos Domecq, el seudónimo de Borges y Bioy Casares, y en la misma vía los de Rodolfo Walsh. Todos reclamaron el enigma en la tradición inglesa, los motivos autóctonos del crimen y la ambientación criolla de personajes y secuencias. Pero sus frescos van por los lados de Chesterton y su escrito Padre Brown.
«Nunca me preocupo por las causas de un crimen, solo me interesan las consecuencias, lo que ha sucedido después. El crimen es un mensaje. No debe ser analizado en sus motivaciones, sino en su forma –las pistas, los rastros–, y sobre todo en la relación que mantiene con la multitud de detalles inadvertidos.»
El tipo de investigador, Croce, es el típico investigador, que no se complace con solo ver un elemento del crimen, sino de hacer interrogantes más allá de las evidencias que se puedan ver en un crimen o hecho, siempre buscando donde puede haber más. «Cuando uno está metido en crímenes y delitos y anda buscando a fugitivos, se le endurece el corazón y se le nubla la vista. Pero si pasa del otro lado y se vuelve un perseguido, comprende mejor la vida. Todo es
turbio y malvado en la existencia. La línea del mal y el bien es frágil y se va de un lugar a otro en un suspiro.»
Excelente el Luminar de Karl Marx con que se introduce no tiene desperdicio, de cómo la delincuencia produce delitos, pero como este delincuente es generador del derecho penal, y como en escalada está el profesor que esta como encargado de sustentar curso sobre esta materia. Pero no todo queda estático, sino también está la policía, la administración de justica con los comisarios, jueces, abogados, jurados… ¿acaso sin los delitos nacionales habría llegado a crearse nunca el mercado mundial? Más aún, ¿existirían siquiera naciones? ¿Y no es el árbol del pecado, al mismo tiempo y desde Adán, el árbol del conocimiento?
En lo personal es un excelente texto, pero como siempre no todos me gustaron, pero leyendo el cuento de la Conferencia y los que le siguen es una buena apuesta a pasarse un buen reto para congeniar con la figura del comisario y su carácter paradójico, quien nos posibilita a estructura un sinnúmero de cuestionamiento ante un caso para llegar a su fin.
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