Título original: The man of feeling
Autor: Henry Mackenzie
Editorial: Oxford University Press
Año de publicación:1771
Año de edición :2002
Número de páginas:160
Genero: Novela, Clásico, Ficción, Literatura inglesa, Literatura
‟Un sentimiento muy noble se eleva dentro de mí. Cada latido de mi corazón despierta una virtud, pero te hará odiar el mundo”
Esta novela del escritor Henry Mackenzie, es sin lugar a duda una de las más importantes e influyentes de la ficción sentimental del siglo XVIII, cuando dicho termino, sentimental, se necesitaba de un gran esfuerzo de imaginación para su reconstrucción, ya que no era entendido, sino más allá de algo peyorativo. El termino se fue abriendo camino en la literatura británica y europea en las décadas de 1740 y 1780 con los escritores de la talla de Sarah Fielding, Jean Francois Mamontel, Samuel Richadson, Jean-Jacques Rosseau, Oliver Wolfgang von Goethe, Sarah Scott, Laurence Sterne y el mismo Mackenzie.
El sentimentalismo perse fue un fenómeno que se fue extendiendo mas allá de las fronteras de la ficción, salpicando lo poético, dramático, ensayístico y textos filosóficos, ya que tanto escritores como lectores se encontraban fascinado por establecer una relación entre lo emotivo y lo juicioso del tema, pero a la vez desarrollar la naturaleza de la capacidad humana para comprender y recrear imaginativamente la experiencia de otros.
The man of feeling o El hombre de sentimiento del escritor Henry Mackenzie marca el punto culminante de la novela sentimental en ingles. Esta novela cuenta la historia de Harley, el homónimo ‟hombre de sentimiento” y aristócrata empobrecido, quien en un ir y venir de su finca rural a Londres y devuelta se ve circundado en la búsqueda reacia de avance financiero y una búsqueda sincera de espíritu. En el trasfondo nos muestra los cambios históricos que se viene dando en la economía, los paisajes y las relaciones sociales de Inglaterra y Escocia del siglo XVIII. El texto capturó la imaginación del publico lector en parte por su magistral y economía en la convenciones bien establecida de la ficción sentimental. El texto nos muestra una galería de personajes, los cuales en si mismo son una clara apelación a la humanidad común, un código de ética basado en la sensibilidad para compensar la erosión de la nociones tradicionales de responsabilidad social.
Creo ver en el texto cierta carga irónica a la sociedad de aquel entonces, viéndolo más allá del sentimentalismo de su personaje principal, que en cierto modo nos pone entre la espada y la pared para juzgarle, pero hay que verlo como una figura de transición entre el privilegio y la virtud individual, la racionalidad y el sentimiento, la fuerza esperada y la debilidad apropiada. Un tipo que se ve desgarrado en sus propias contradicciones, que lo colocan en un callejón sin salida, que aparece inmovilizado en una posición donde no es posible ningún cambio. Ahora, se podría ver como un destello de la masculinidad moderna, eso estará en veremos.
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