Ir al contenido principal

El error azul

Título original: El error azul

Autor: Javier Lorenzo

Editorial: Planeta

Año de publicación:1985

Año de edición :2011

Número de página:349

Genero: Novela, ficción, historia

“Hace muchos, muchos años, ella mató a dos hombres. A uno porque lo odiaba; al otro, porque lo amaba. Aunque a ambos les dio muerte sin querer, sin desearlo realmente.”

Hace poco hice una reseña sobre el libro Sonieckha de la escritora Lydmila Ulitskay donde desarrolla como tema el triangulo amoroso de los protagonistas de esta novela, y de cómo este tipo de elemento ha sido utilizado en la literatura. En este ocasión el libro en cuestión trata sobre un triangulo amoroso desigual, pero con más fuerza afectiva con el que se cree más débil. 

 

El error azul como su nombre lo sugiere hace referencia a una pieza de filatería, la cual se estimaba en el millón y medio de euros, es decir, no es más que un sello el cual recobra fuerza dentro de la narrativa en la boca de uno de sus protagonistas del llamado triangulo amoroso, Alberto Recuero, el teniente conocido como el Alférez Repello, quien influenciado por un ingles, mister Warrington le enseña del valor y la procedencia de los sellos. Dejando a un lado lo del sello, cabe destacar, que El error azul, es el triangulo amoroso de Amelia y Martin, pero a esto se escurre la búsqueda de un amor correspondido por parte de Alberto Recuero. Un triangulo donde los dos gallos se enfrentan en pelea por Amelia.  Pero como dice la novela de arrancada, la abuela Generosa le decía a Amelia: “Ninguna mujer es culpable de que la amen dos hombres a la vez».”

 

Una novela que si bien es cierto que esta ambientada en la Guerra Civil y la posguerra, es un critica a la sociedad española de esa época. Una novela fácil de leer, pero con esto digo que también que verla fácil de leer, llega unos momentos en que se producen algunos círculos que lo que quiere es ver una salida, unos hechos narrados, que te pregunta, por que contar eso, sin con poco podría ir directo al asunto, pero es parte del proceso, hasta buscar el bajadero del enganche. Tiene un excelente final donde Amelia ya en el tiempo casada con otro hombre, Ramón, le llegan recuerdos de Martin: “Amelia decide que es el momento de marcharse; lanza un último beso a Martín y luego, al darse la vuelta y sin que ella sepa por qué, piensa de nuevo en su abuela Generosa y en aquella lejana pero clarividente frase que, con la fuerza de los siglos, quedó grabada como una marca indeleble, como un sello valiosísimo, único e incunable en su memoria: «Recuérdalo, Amelita, ninguna mujer es culpable de que la amen dos hombres a la vez».”

Comentarios

Entradas populares de este blog

Carta de Manuela Sáenz a James Thorne, su primer marido

No, no y no, por el amor de Dios, basta. ¿Por qué te empeñas en que cambie de resolución. ¡Mil veces, no! Señor mío, eres excelente, eres inimitable. Pero, mi amigo, no eres grano de anís que te haya dejado por el general Bolívar; dejar a un marido sin tus méritos no seria nada. ¿Crees por un momento que, después de ser amada por este general durante años, de tener la seguridad de que poseo su corazón, voy a preferir ser la esposa del Padre, del Hijo o del Espíritu Santo o de los tres juntos? Sé muy bien que no puedo unirme a él por las leyes del honor, como tú las llamas, pero ¿crees que me siento menos honrada porque sea mi amante y no mi marido? No vivo para los prejuicios de la sociedad, que sólo fueron inventados para que nos atormentemos el uno al otro. Déjame en paz, mi querido inglés. Déjame en paz. Hagamos en cambio otra cosa. Nos casaremos cuando estemos en el cielo, pero en esta tierra ¡no! ¿Crees que la solución es mala? En nuestro hogar celestial, nuestr

Donna Tartt, el vuelo entre la alta y la baja literatura

Por su primer título,  El secreto  (1992), Donna Tartt  (Greenwood, Misisipí 1963) recibió un adelanto de 450.000 dólares (el equivalente sería hoy una cifra muy superior), caso insólito en alguien que no había publicado aún nada. Antes de salir el libro, un  extenso perfil aparecido en  Vanity Fair  predijo la fama de la autora, anunciando la irrupción en el panorama de las letras norteamericanas de una figura que supuestamente borraba la distancia entre la alta y la baja literatura. Confirmando las esperanzas puestas en ella por sus editores, “El secreto” vendió cinco millones de ejemplares en una treintena de idiomas. Las críticas fueron abrumadoramente favorables, aunque no hubo unanimidad con respecto al diagnóstico de  Vanity Fair.  La primera novela de Donna Tartt es un thriller  gótico que lleva a cabo con singular habilidad el desvelamiento de un misterioso asesinato perpetrado en el departamento de lenguas clásicas de Hampden College, institución universitaria de carácter

Las muchas lenguas de Kundera

La primera novela de  Milan Kundera ,  La broma,  es la historia de cómo una ironía leída por quien no debería –escribir en una postal “El optimismo es el opio del pueblo”– arruina la vida de su protagonista en la Checoslovaquia comunista. La última,  La fiesta de la insignificancia  –que su editorial en España, Tusquets, saca a la calle el 2 de septiembre– relata en uno de sus capítulos como Stalin relata una historia que puede ser, o no, un chiste, aunque descubrirlo no es sencillo: si por casualidad no es un chiste y es un delirio de dictador, puede costar la vida al que se ría a destiempo. En medio, transcurre la vida de uno de los escritores europeos más importantes del siglo XX, cuya existencia podría ser definida como una gran lucha contra un mundo que ha perdido el sentido del humor. Los chistes son un ángulo magnífico para contar la historia del comunismo en Europa Oriental y la URSS: “Qué hay más frío que el agua fría en Rumania? El agua caliente” “¿Cómo se llama una orq