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Los tres primeros capítulos del último libro de Ken Follett

Lo ha conseguido de nuevo. Ken Follett, el escritor que ha vendido millones de ejemplares con sus novelas sobre la Edad Media, sabe como enganchar al lector. Las primeras páginas de El umbral de la eternidad  (Plaza-Janés), el cierre de su trilogía sobre el siglo XX, te invitan, casi sin darte cuenta, a continuar leyendo para saber qué les ocurre a los diferentes protagonistas de la novela. Unos hombres y mujeres que se ven envueltos en la guerra de Vietnam, la lucha contra el racismo y la caída del Muro de Berlín. Hitos históricos que marcan las vidas de los protagonistas, nietos de cinco familias europeas y americanas. En EL PAÍS puede leer los tres primeros capítulos de El umbral de la eternidad.
Follett presenta en El umbral de la eternidad su conclusión literaria del pasado siglo. Sus anteriores novelas sobre la Edad Media han arrastrado  a millones de lectores con su particular visión de la historia. En la trilogíaThe Century, el autor combina el drama humano con la dimensión épica siguiendo los destinos entrelazados de tres generaciones de cinco familias: galesa, inglesa, rusa, alemana y estadounidense.
La primera novela de esta trilogía, La caída de los gigantes, se enmarca en la Primera Guerra Mundial y la Revolución rusa. El invierno del mundodescribe la destrucción provocada por la Guerra Civil española, la Segunda Guerra Mundial hasta los inicios de la Guerra Fría. El umbral de la eternidad, que sale a la venta el próximo 16 de septiembre, finaliza con los acontecimientos que discurren por treinta años del siglo XX, años en los que la sociedad vivió cambios radicales en lo social, político y económico.
El gentleman del best seller es alguien que sabe hacer bien su trabajo y al que le dedica mucha horas de su vida. Escribe sus personajes en una hoja de cálculo Excel, documenta sus trabajos durante varios años, se ha hecho respetar entre los críticos literarios y es seguido por millones de lectores. ¿Quién da más? Sabe quién es su público y a ellos les dedica lo que más le gusta hacer, "escribir".
El Pais

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