Ir al contenido principal

Las bibliotecas públicas ofrecen 600.000 descargas gratuitas de libros

Las 200 bibliotecas públicas de la Comunidad han dado el salto al digital. Los centros ya ofrecen un catálogo de 1.500 libros electrónicos para prestar a sus usuarios, financiados a través de un programa nacional puesto en marcha por el Ministerio de Cultura. Aunque el presidente de la Comunidad, Ignacio González, presentó el lunes el proyecto, desde hace dos semanas los socios ya han podido descargar las obras en sus casas a través de Internet y leerlas gratuitamente durante 21 días en un sistema similar al de los préstamos físicos. A las tres semanas, los libros se borran de los dispositivos.
Hay, además, otra diferencia que afecta directamente al sector editorial y librero de la Comunidad. El ministerio paga a las editoriales por la licencia de uso de cada título. De un libro puede comprar una o miles de licencias, según estime que la obra va a tener más o menos demanda. Cada licencia da lugar, a su vez, a una media de 28 descargas posibles. La plataforma Libranda, que gestiona este sistema llamado eBiblio, está integrada mayoritariamente por grandes grupos como Anaya, Larousse o Planeta. Las pequeñas editoriales y las librerías no entran en este método de compra.
La Asociación de Editores de Madrid señaló el lunes que no todos sus socios se benefician, por tanto de esta medida, mientras el Gremio de Libreros confía que sus tiendas acaben entrando en el sistema. “Técnicamente, se puede. Es cuestión de voluntad política”, aseveró Fernando Valverde, su secretario. Aún así, la Federación de Gremios de Editores de España alaba una medida que viene a paliar una congelación de cuatro años en las compras por parte del Gobierno. “Si la iniciativa tuviera éxito, quiere decir que tendrían que acordar más licencias con las editoriales, lo que sería beneficioso”, opina Antonio María Ávila, su director ejecutivo.
El ministerio ha gastado 1,6 millones en el montaje del catálogo, válido para toda España (excepto el País Vasco, que tiene su propio sistema) aunque gestionado por cada comunidad. La Administración central ha comprado 200.000 licencias, y para Madrid se han reservado 21.000, es decir, unos 588.000 préstamos. Esto supone en torno a un 10% del total, aunque según el INE, la Comunidad acumuló en 2012 un 19% de los préstamos realizados en España y el 29% de los préstamos en formato electrónico.
Aunque el primer impulso en la creación del fondo ha venido del ministerio, será el Gobierno de González el responsable de ampliarlo en los próximos años “en función de la acogida que tenga esta experiencia”, según indica un portavoz. El Ejecutivo regional destina anualmente dos millones a la adquisición de libros y asegura que una parte de este presupuesto irá destinado a la extensión del catálogo digital.
El catálogo está compuesto, sobre todo, por novedades editoriales. Los tres títulos más leídos en estas últimas dos semanas (Los cuerpos extraños, de Lorenzo Silva; La gente feliz lee y toma café, de Agnès Martin-Lugand y El mundo en tus manos, de Elsa Punset) han sido publicados por grandes grupos en los últimos meses.

El sistema excluye al Kindle

Los títulos del sistema eBiblio estarán disponibles para móviles y tabletas con los sistemas iOS y Android, además de para los dispositivos que tengan Adobe o que puedan conectarse online en la web. No obstante, el sistema de protección de los contenidos digitales elegido (una especie de código anticopia llamado DRM) es incompatible con el que utiliza Kindle de Amazon, que usa uno exclusivo. Kindle es uno de los dispositivos de lectura más populares.
La Comunidad asegura que el DRM evitará el pirateo, ya que será imposible realizar más de una descarga o copiar el archivo.
Los usuarios de este sistema de descarga estarán identificados con una contraseña de acceso. Los que tengan un carné de las 16 bibliotecas de la Comunidad ya disponen de esa identificación, y los que acudan a las bibliotecas municipales pueden solicitarla en su centro. Esto significa que aunque un ciudadano puede tener dos carnés, solo tendrá un usuario digital.
Cada descarga tendrá una validez de 21 días, y solo se tendrá acceso a tres libros de forma simultánea. Si el título no está disponible, el usuario podrá pasar a lista de espera, pero si la obra ha agotado su número límite de descargas (distinto para cada libro según lo decidido por el Ministerio de Cultura y la Comunidad), no podrá acceder a ella.
Las licencias de préstamo tienen una validez de un año. Pasado ese tiempo, los títulos disponibles deberán ser renovados o desaparecerán del catálogo.
El Pais

Comentarios

Entradas populares de este blog

Carta de Manuela Sáenz a James Thorne, su primer marido

No, no y no, por el amor de Dios, basta. ¿Por qué te empeñas en que cambie de resolución. ¡Mil veces, no! Señor mío, eres excelente, eres inimitable. Pero, mi amigo, no eres grano de anís que te haya dejado por el general Bolívar; dejar a un marido sin tus méritos no seria nada. ¿Crees por un momento que, después de ser amada por este general durante años, de tener la seguridad de que poseo su corazón, voy a preferir ser la esposa del Padre, del Hijo o del Espíritu Santo o de los tres juntos? Sé muy bien que no puedo unirme a él por las leyes del honor, como tú las llamas, pero ¿crees que me siento menos honrada porque sea mi amante y no mi marido? No vivo para los prejuicios de la sociedad, que sólo fueron inventados para que nos atormentemos el uno al otro. Déjame en paz, mi querido inglés. Déjame en paz. Hagamos en cambio otra cosa. Nos casaremos cuando estemos en el cielo, pero en esta tierra ¡no! ¿Crees que la solución es mala? En nuestro hogar celestial, nuestr

Donna Tartt, el vuelo entre la alta y la baja literatura

Por su primer título,  El secreto  (1992), Donna Tartt  (Greenwood, Misisipí 1963) recibió un adelanto de 450.000 dólares (el equivalente sería hoy una cifra muy superior), caso insólito en alguien que no había publicado aún nada. Antes de salir el libro, un  extenso perfil aparecido en  Vanity Fair  predijo la fama de la autora, anunciando la irrupción en el panorama de las letras norteamericanas de una figura que supuestamente borraba la distancia entre la alta y la baja literatura. Confirmando las esperanzas puestas en ella por sus editores, “El secreto” vendió cinco millones de ejemplares en una treintena de idiomas. Las críticas fueron abrumadoramente favorables, aunque no hubo unanimidad con respecto al diagnóstico de  Vanity Fair.  La primera novela de Donna Tartt es un thriller  gótico que lleva a cabo con singular habilidad el desvelamiento de un misterioso asesinato perpetrado en el departamento de lenguas clásicas de Hampden College, institución universitaria de carácter

Las muchas lenguas de Kundera

La primera novela de  Milan Kundera ,  La broma,  es la historia de cómo una ironía leída por quien no debería –escribir en una postal “El optimismo es el opio del pueblo”– arruina la vida de su protagonista en la Checoslovaquia comunista. La última,  La fiesta de la insignificancia  –que su editorial en España, Tusquets, saca a la calle el 2 de septiembre– relata en uno de sus capítulos como Stalin relata una historia que puede ser, o no, un chiste, aunque descubrirlo no es sencillo: si por casualidad no es un chiste y es un delirio de dictador, puede costar la vida al que se ría a destiempo. En medio, transcurre la vida de uno de los escritores europeos más importantes del siglo XX, cuya existencia podría ser definida como una gran lucha contra un mundo que ha perdido el sentido del humor. Los chistes son un ángulo magnífico para contar la historia del comunismo en Europa Oriental y la URSS: “Qué hay más frío que el agua fría en Rumania? El agua caliente” “¿Cómo se llama una orq