Denver, finales de los años 40. Carolyn Robinson
inicia un romance con quien sería su marido los próximos 20 años: Neal
Cassady, el héroe secreto del Howl de Allen Ginsberg, el amante salvaje
de la América de On the Road, el conductor lisérgico de los Merry
Prankster de Ken Kesey. Dos décadas codo con codo con tres de los
hombres más influyentes de la contracultura hoy encumbrados y emulados
por millones de jóvenes insatisfechos en cualquier rincón del mundo.
Off the Road es la autobiografía en crudo que permite a Carolyn Cassady atemperar sin resentimiento el alcance del mito del gran personaje que Jack Kerouac edificó en torno a Neal Cassady en sus libros y que acabó por consumirlos a ambos en una agonía paralela de distancia, culpa, excesos y desengaños. Todo coincide con la leyenda beat, salvo que sus protagonistas, los mismos de On the Road y Los Vagabundos del Dharma , se presentan aquí como hombres solos, asustados, imperfectos, egoístas, vulnerables, víctimas de sus propios sueños, de su propio halo beatífico, del catolicismo enfermo en el que crecieron.
Carolyn Cassady aparece retratada en numerosos libros de Kerouac y textos de Allen Ginsberg jugando el papel de madre y esposa, aguafiestas y perro guardián de Neal, siempre dispuesta a truncar sus aventuras con sus amigos, una imagen distorsionada al antojo de quienes tuvieron la palabra y sus dones para elevar a leyenda aquellas jóvenes vidas de la Norteamérica de posguerra.
Off the Road es la autobiografía en crudo que permite a Carolyn Cassady atemperar sin resentimiento el alcance del mito del gran personaje que Jack Kerouac edificó en torno a Neal Cassady en sus libros y que acabó por consumirlos a ambos en una agonía paralela de distancia, culpa, excesos y desengaños. Todo coincide con la leyenda beat, salvo que sus protagonistas, los mismos de On the Road y Los Vagabundos del Dharma , se presentan aquí como hombres solos, asustados, imperfectos, egoístas, vulnerables, víctimas de sus propios sueños, de su propio halo beatífico, del catolicismo enfermo en el que crecieron.
Carolyn Cassady aparece retratada en numerosos libros de Kerouac y textos de Allen Ginsberg jugando el papel de madre y esposa, aguafiestas y perro guardián de Neal, siempre dispuesta a truncar sus aventuras con sus amigos, una imagen distorsionada al antojo de quienes tuvieron la palabra y sus dones para elevar a leyenda aquellas jóvenes vidas de la Norteamérica de posguerra.
He aquí su
visión de los hechos, sin tapujos, sin adornos y sin concesiones, un
viaje apasionante no sólo por la mente de tres de los personajes más
importantes de la América del siglo XX, sino un periplo por toda la
efervescente escena sociocultural de la California de la contracultura
sesentera: Big Sur, Gestalt, Henry Miller, Ferlinguetti, hippies,
Ángeles del Infierno, satánicos, jazzmen, artisteo, budismo, hierba,
sacerdotes del ácido, convictos, coches desvencijados a todo gas por las
cuestas de North Beach hasta Harlem y Ciudad de México aullando en la
noche.
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