Ir al contenido principal

Zoé Valdés gana el Premio Azorín de Novela por "La mujer que llora"

Alicante, 8 mar (EFE).- La escritora cubana Zoé Valdés se ha adjudicado, con una novela sobre la examante de Picasso Dora Maar ("La mujer que llora"), el Premio Azorín de Novela 2013, convocado por la editorial Planeta y la Diputación de Alicante y con una dotación de 68.000 euros.

La obra de Valdés, que se presentó al certamen con el pseudónimo de Gloria Julián Cécil, es la recreación que hace la fotógrafa y pintora surrealista Dora Maar, posiblemente la amante que "más influenció intelectualmente" al artista malagueño, tras su ruptura sentimental en el París de 1930.

Un año después de que Almudena de Arteaga se llevara el Azorín con "Capricho", Valdés ha relatado que ha dedicado entre seis y siete años a esta novela, en la que se adentra en el viaje de ocho días que la "abandonada" Maar hizo a Venecia junto con dos jóvenes escritores, James Lord y Bernard Minoret, que eran pareja y de uno de los cuales creyó que estaba enamorada.

En ese periplo experimentó un punto de inflexión a partir de la revisión de su vida junto a Picasso para iniciar su etapa de "aislamiento" personal, que concluyó con su muerte en 1997.

Con momentos autobiográficos, "La mujer que llora" es una novela "sobre el amor, el abandono, la soledad y también esos inmensos momentos de tristeza y alegría" que experimentan quienes tienen "fe en el arte".

Para Valdés, Dora Maar fue durante una década el "soporte sentimental y a veces la conciencia social de Picasso", con quien compartió la creación del "Guernica", que fotografió paso a paso.

Le tocó una época "que se parece mucho a lo que se vive hoy", al suponer el fin de un periodo a partir del cual se encerró en sí misma junto a una ferviente fe que le condujo a recluirse entre su casa y la parisina Notre Dame.

La escritora cubana se ha documentado durante años para escribir sobre Dora Maar, con la que no llegó a conversar, y ha desvelado que ha realizado varias versiones, las primeras más intimistas, hasta la final en la que combina los pasajes en primera y tercera persona.

Uno de los miembros del jurado que ha dado el premio por unanimidad, el escritor Juan Eslava Galán, ha asegurado haberse sentido "encantado y emocionado" leyendo la novela, y ha destacado la capacidad de la cubana en "plasmar la vida cultural del París de la época".

Un total de 97 obras (dos menos que en 2012) se presentaron a esta trigésimo séptima edición del Azorín, de las cuales 71 llegaron de España, una de Europa y 17 del continente americano, mientras que en las ocho restantes no se especificó la procedencia.

De ellas, diez pasaron a la fase final para ser analizadas por un jurado compuesto por los escritores Nativel Preciado y Lola Beccaria, además de Eslava Galán; el catedrático y crítico Manuel Cifo; el periodista y escritor José Ferrándiz; la directora adjunta de Planeta, Marcela Serras, y Juan Bautista Roselló y María José Argudo (como secretaria) por parte de la Diputación alicantina.

Gonzalo Torrente Ballester, Luis Antonio de Villena, Luis Racionero, Jesús Ferrero, Dulce Chacón, Luisa Castro, Javier García, Ángela Becerra o Manuel Mira han antecedido a Valdés en este galardón.
Finalista del Planeta de 1996 con "Te di la vida entera" y premio Fernando Lara 2003 por "Lobas de mar", no es la primera vez que Valdés recibe un galardón en Alicante ya que en 2004 obtuvo el Premio de Novela Ciudad de Torrevieja por "La eternidad del instante".

Comentarios

Entradas populares de este blog

Carta de Manuela Sáenz a James Thorne, su primer marido

No, no y no, por el amor de Dios, basta. ¿Por qué te empeñas en que cambie de resolución. ¡Mil veces, no! Señor mío, eres excelente, eres inimitable. Pero, mi amigo, no eres grano de anís que te haya dejado por el general Bolívar; dejar a un marido sin tus méritos no seria nada. ¿Crees por un momento que, después de ser amada por este general durante años, de tener la seguridad de que poseo su corazón, voy a preferir ser la esposa del Padre, del Hijo o del Espíritu Santo o de los tres juntos? Sé muy bien que no puedo unirme a él por las leyes del honor, como tú las llamas, pero ¿crees que me siento menos honrada porque sea mi amante y no mi marido? No vivo para los prejuicios de la sociedad, que sólo fueron inventados para que nos atormentemos el uno al otro. Déjame en paz, mi querido inglés. Déjame en paz. Hagamos en cambio otra cosa. Nos casaremos cuando estemos en el cielo, pero en esta tierra ¡no! ¿Crees que la solución es mala? En nuestro hogar celestial, nuestr...

Grandes esperanzas (Fragmentos)

«En el primer momento no me fijé en todo esto, pero vi más de lo que podía suponer, y observé que todo aquello, que en otro tiempo debió de ser blanco, se veía amarillento. Observé que la novia que llevaba aquel traje se había marchitado como las flores y la misma ropa, y no le quedaba más brillo que el de sus ojos hundidos. Imaginé que en otro tiempo aquel vestido debió de ceñir el talle esbelto de una mujer joven, y que la figura sobre la que colgaba ahora había quedado reducida a piel y huesos. [...] ―¿Quién es? ―preguntó la dama que estaba sentada junto a la mesa. ―Pip, señora. ―¿Pip? ―El muchacho que ha traído hasta aquí Mr. Pumblechook, señora. He venido a jugar... ―Acércate más, muchacho. Deja que te vea bien. Al encontrarme delante de ella, rehuyendo su mirada, observé con detalle los objetos que nos rodeaban, y reparé en que tanto el reloj que había encima de la mesa como el de la pared estaban parados a las nueves menos veinte. ―Mírame ―me dijo miss...

Las muchas lenguas de Kundera

La primera novela de  Milan Kundera ,  La broma,  es la historia de cómo una ironía leída por quien no debería –escribir en una postal “El optimismo es el opio del pueblo”– arruina la vida de su protagonista en la Checoslovaquia comunista. La última,  La fiesta de la insignificancia  –que su editorial en España, Tusquets, saca a la calle el 2 de septiembre– relata en uno de sus capítulos como Stalin relata una historia que puede ser, o no, un chiste, aunque descubrirlo no es sencillo: si por casualidad no es un chiste y es un delirio de dictador, puede costar la vida al que se ría a destiempo. En medio, transcurre la vida de uno de los escritores europeos más importantes del siglo XX, cuya existencia podría ser definida como una gran lucha contra un mundo que ha perdido el sentido del humor. Los chistes son un ángulo magnífico para contar la historia del comunismo en Europa Oriental y la URSS: “Qué hay más frío que el agua fría en Rumania? El agua caliente”...