Ir al contenido principal

"Quedelibros.com" impugna ante la Audiencia una denuncia de la Comisión Sinde

Madrid, 5 mar (EFE).- Los responsables de la web "quedelibros.com" han impugnado ante la Audiencia Nacional una resolución de la Comisión de la Propiedad Intelectual (CPI) en la que se les acusaba de vulnerar los derechos de autor de la obra "La sombra del viento", de Carlos Ruiz Zafón.

El Bufet Almeida Abogados ha sido el encargado de impugnar la denuncia, presentada por el Centro Español de Derechos Reprográficos (CEDRO) contra los responsables de la página "quedelibros.com", después de que esta web se viera obligada a retirar sus contenidos bajo apercibimiento de una abultada multa económica, ha indicado a Efe el abogado Carlos Sánchez Almeida.

El letrado del bufete que representa a los dueños de esta web ha señalado que ésta es la primera vez que una web apercibida por la Comisión Sinde impugna ante los tribunales una decisión de este órgano, y ha asegurado que todo el procedimiento seguido por la denuncia inicial demuestra que la Ley Sinde "no sirve para nada" y que finalmente serán los jueces los que se pronuncien al respecto.

"Se está sustrayendo a los jueces algo que es de su competencia", ha afirmado Sánchez Almeida, quien ha añadido que las denuncias contra la propiedad intelectual "nunca deberían haber salido de la competencia judicial, porque el Derecho Administrativo está para conflictos entre ciudadanos y la Administración".

La notificación de la Comisión de la Propiedad Intelectual (CPI), de septiembre de 2012, consideraba a "linksole.com" (acortadora de URL) y a "quedelibros.com" (base de datos informativa) como vulneradoras de derechos de propiedad intelectual de "La sombra del viento" y proponía la retirada de los contenidos que vulnerasen esos derechos.

Asimismo, se les informaba de la obligación de abstenerse de ofrecer otras obras como "Tengo ganas de ti", de Federico Moccia; "Venganza en Sevilla", de Matilde Asensi; y "El ángel perdido", de Javier Sierra, en el futuro.

Según el representante de la demandada, desde "quedelibros.com" no es posible la descarga de libros, y "ni siquiera" permite acceder a enlaces o direcciones URL sobre las que se pueda "clicar" para realizar descargas, sino que su única actividad se limita a "proporcionar información acerca de obras que se hallan en páginas o ubicaciones ajenos".

"Su objeto no incumple o infringe norma alguna", asegura la impugnación presentada por la web, en la que se asegura que se limita a ejercer "su libertad de informar y de difundir la cultura".

La impugnación pide la nulidad de la notificación de la CPI, entre otras razones, por no haberse dirigido la misma contra el responsable del sitio web "Labuenaletra.es", "lugar que hospeda la obra objeto de controversia", así como por la "inexistencia de enlaces directos que permitan visualizar o descargar" el contenido de obras protegidas en la página "quedelibros.com".

"A diferencia del sitio "Labuenaletra.es", ni "quedelibros.com" ni "Linksole.com" posibilitan el acceso directo a la obra".

Además, según el recurso, existen numerosas sentencias que afirman que un enlace no puede considerarse como "comunicación pública", por lo que no existe "delito alguno".

Comentarios

Entradas populares de este blog

Carta de Manuela Sáenz a James Thorne, su primer marido

No, no y no, por el amor de Dios, basta. ¿Por qué te empeñas en que cambie de resolución. ¡Mil veces, no! Señor mío, eres excelente, eres inimitable. Pero, mi amigo, no eres grano de anís que te haya dejado por el general Bolívar; dejar a un marido sin tus méritos no seria nada. ¿Crees por un momento que, después de ser amada por este general durante años, de tener la seguridad de que poseo su corazón, voy a preferir ser la esposa del Padre, del Hijo o del Espíritu Santo o de los tres juntos? Sé muy bien que no puedo unirme a él por las leyes del honor, como tú las llamas, pero ¿crees que me siento menos honrada porque sea mi amante y no mi marido? No vivo para los prejuicios de la sociedad, que sólo fueron inventados para que nos atormentemos el uno al otro. Déjame en paz, mi querido inglés. Déjame en paz. Hagamos en cambio otra cosa. Nos casaremos cuando estemos en el cielo, pero en esta tierra ¡no! ¿Crees que la solución es mala? En nuestro hogar celestial, nuestr...

Grandes esperanzas (Fragmentos)

«En el primer momento no me fijé en todo esto, pero vi más de lo que podía suponer, y observé que todo aquello, que en otro tiempo debió de ser blanco, se veía amarillento. Observé que la novia que llevaba aquel traje se había marchitado como las flores y la misma ropa, y no le quedaba más brillo que el de sus ojos hundidos. Imaginé que en otro tiempo aquel vestido debió de ceñir el talle esbelto de una mujer joven, y que la figura sobre la que colgaba ahora había quedado reducida a piel y huesos. [...] ―¿Quién es? ―preguntó la dama que estaba sentada junto a la mesa. ―Pip, señora. ―¿Pip? ―El muchacho que ha traído hasta aquí Mr. Pumblechook, señora. He venido a jugar... ―Acércate más, muchacho. Deja que te vea bien. Al encontrarme delante de ella, rehuyendo su mirada, observé con detalle los objetos que nos rodeaban, y reparé en que tanto el reloj que había encima de la mesa como el de la pared estaban parados a las nueves menos veinte. ―Mírame ―me dijo miss...

Las muchas lenguas de Kundera

La primera novela de  Milan Kundera ,  La broma,  es la historia de cómo una ironía leída por quien no debería –escribir en una postal “El optimismo es el opio del pueblo”– arruina la vida de su protagonista en la Checoslovaquia comunista. La última,  La fiesta de la insignificancia  –que su editorial en España, Tusquets, saca a la calle el 2 de septiembre– relata en uno de sus capítulos como Stalin relata una historia que puede ser, o no, un chiste, aunque descubrirlo no es sencillo: si por casualidad no es un chiste y es un delirio de dictador, puede costar la vida al que se ría a destiempo. En medio, transcurre la vida de uno de los escritores europeos más importantes del siglo XX, cuya existencia podría ser definida como una gran lucha contra un mundo que ha perdido el sentido del humor. Los chistes son un ángulo magnífico para contar la historia del comunismo en Europa Oriental y la URSS: “Qué hay más frío que el agua fría en Rumania? El agua caliente”...