Autor: Sinclair McKay
Traducción: Martin Ariel Schifino
Editorial: Taurus
Año de publicación: 2020
Año de edición : 2020
Número de página: 416
Genero: Novela, ficción, historia
"La memoria es un campo de batalla"
Con estas palabras, el escritor británico Sinclair McKay nos dio a recordar el fatídico bombardeo de uno de los episodios mas terribles y éticamente reprobables de la Segunda Guerra Mundial por parte de los aliados en la ciudad alemana de Dresde, la cual hace poco se cumple 75 años, y con el cual, una ensayo cargado de historia de primer orden ha querido homenajear a las 25,000 victimas que murieron allí. En esencia, esta tragedia de la capital sajona puede ser expresada en unas pocas y frías líneas a partir de la noche del 13 de febrero de 1945 –es decir, en las postrimerías de la guerra, cuando la derrota del III Reich era cuestión no de meses sino de semanas–, en tres oleadas sucesivas que se prolongaron algo más de 18 horas, un conjunto de 796 bombarderos ingleses y norteamericanos arrojaron cerca de cuatro mil toneladas de bombas que arrasaron la ciudad, produjeron una gigantesca tormenta de fuego y dejaron una cifra de víctimas imposible de precisar pero que las estimaciones más recientes evalúan en 25.000, solo en muertos.
La obra reúne decenas de testimonios directos rescatados del archivo de la ciudad germana –entre otras fuentes– para narrar la pesadilla que sus entonces 650.000 habitantes vivieron en la peor noche de su historia. A lo largo de sendas oleadas iniciadas a las 22.14 y la 1.23 horas, 796 aviones Mosquito y Lancaster sobrevolaron la urbe, marcaron objetivos y lanzaron 2.680 toneladas de proyectiles de demolición y bombas incendiarias sobre la Florencia del Elba . Los impactos y los consiguientes derrumbamientos, fuegos y atropellos en estampidas mataron a 25.000 personas e hirieron a unas 15.000. Joyas arquitectónicas como el teatro de la Ópera ( Semperoper), el palacio de Dresde y el Zwinger, la catedral, la iglesia de Santa Sofía o la de
Frauenkirche quedaron reducidas a cenizas, lo mismo que numerosas industrias reconvertidas en fábricas de armamento y gran parte de las viviendas.Antes la trágica situación por la cual se vieron sometido los habitantes de Dresde, debo destacar, que McKay, el historiador del bombardeo de Dresde, nos recrea cual era la situación antes e producirse, donde nos describe como era la vida entorno a la ciudad en todos los ordenes, política, social y económicamente. Cuales eran los grandes centros culturales, los artistas, que hacían vida en la ciudad, pero "Estaba tan cerca el final que ahora aparece como un símbolo del nihilismo. Es la destrucción por la destrucción", considera el escritor, que explica cómo mucha gente cree que el mariscal británico al mando de la operación, Arthur Harris, "no solo pretendía machacar a los nazis sino también arrasar la cultura y la población alemana".
En lo personal, es libro es interesante, claro si te gusta la historia, aunque se vuelve algo cíclico lo que cuenta, pues al tomar testimonio de primer orden, de sobrevivientes de la terrible situación, que mas podían contar sino todo lo que se suscribe en los acontecimientos que se dan en una guerra, dejando a un lado aquellos aportes que nos describe como era la vida, a lo que paso hacer cuando se produce la llamada hora 22.03.
En sus manos
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