“Tan imposible como le había resultado a Patrick resolver la autoría del asesinato de Prim.”
“Los responsables —los asesinos y los instigadores— se llevaron su secreto a la tumba.”
“En cuanto a los supuestos autores materiales del crimen, ni uno solo fue preso jamás.”
Dando lugar a las tres textos precedentes del libro, cabe decir, que fue uno de los escritos, donde el personaje central el Presidente del gobierno Juan Prim y Prats lo tenía bajo mi ignorancia, claro no estamos dado a conocer toda la historia que pueblan nuestras vidas. Prim era un personaje desconocido, quizá lo había leído en algún libro de Benito Pérez Galdós u otro texto pero sin darle la mayor importancia, pero más de ahí nada que decir.
El reconocido hispanista internacional, Ian Gibson y nacionalizado español en 1984, autor de grandes textos históricos recibe en 2012 el Premio de novela Fernando Lara por La berlina de Prim un relato si podríamos decir policiaco bajo los cristales de la intriga, la acción y aventura relacionado a la muerte del presidente Prim.
El autor realiza un mezcla entre la ficción y la realidad teniendo como exponente relator al periodista Patrick Boyd, protagonista de la obra e hijo ilegitimo de una joven andaluza y del irlandés Robert Boyd, quien fuera fusilado en Málaga al lado de Torrijos. Boyd al enterarse de los pocos detalles sobre la muerte de Prim, decide investigar quienes fueron las manos que una noche del 27 de diciembre de 1870 bajo una copiosa nevada en Madrid, específicamente en la calle del Turco, tras despachar los asuntos del día, y ajeno a cualquier posible maquinación contra él, no dio importancia a que un individuo llamado Montesinos, amigo de Paul y Angulo, saliera a toda prisa por la calle del Sordo, mucho menos al hecho, a un hombre apostado a un portal encendiera un fósforo, ni que este gesto se repitiera en varias ocasiones durante el trayecto por la calle del Turco, llegando a la esquina con la calle de Alcalá, el coche diera un frenazo brusco que diera lugar a pararlo, le salieran al encuentro dos grupos de hombres cubiertos con amplias capas se colocarán alrededor del coche, se escuchará la voz de González Nandín, advirtiendo sobre un trabuco y gritar: “¡Mi general, cuidado...!”.
Todo el hecho desencadenó en ráfagas de trabucazos alcanzado al general. Prim se encogió en el asiento y pudo esquivar el primer disparo. Pero, casi al mismo tiempo, por la derecha se escuchó una voz bronca: “¡Fuego, puñeta!...¡Fuego!”. La descarga resonó en el interior del coche mientras una nueva ráfaga de trabucazos alcanzaba al general. Superando toda clase de trabas, el cochero arrancó a toda prisa y consiguió eludir una segunda patrulla de hombres apostada en la calle de Alcalá. El general sangraba abundantemente. Los últimos disparos le habían destrozado el hombro y un brazo.
La historia que envuelve al general es todo un enigma, que resulta más didáctico leerse una biografía que la novela. En mi caso, vi varios documentales sobre el general Prim el cual me dejaron sorprendido de la grandeza de este hombre, donde siempre estuvo rodeado por la intriga, donde no era visto con buenos ojos, ni un Montpensier, ni un Serrano, José Paúl y Angulo aceptaban ni estaban de acuerdo con las políticas que quería encaminar Prim.
El asesinato que estaba escrito, y que hasta el día de hoy se ha creado muchas suposiciones y sospechas, que es el móvil por donde se encamina el protagonista de la novela, saber cuales fueron los implicados en el asesinato, y nada se sabe verazmente.
El libro resulta interesante para el que no tiene conocimiento del tema, no va más allá de los hechos históricos, que ya otros escritores han dado, si mira los documentales, quizás termine no leyéndolo, porque son pocas las variaciones que hace, y esas variaciones son parte para darle vida al protagonista de la novela.
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