Cualquier aproximación que tengamos al texto en cuestión, nos hace anclarnos al hecho mismo de la palabra fake news, la cual es una expresión de muy reciente uso. Es sabido que en nuestra lengua, al hablar de fake news, es preciso, asociar este término a una noticia falsa, falsedades emitidas o una posverdad donde siempre la información última es manipulada hasta llegar al receptor la vox populis.
El arqueólogo y divulgador Néstor F. Marqués, con este libro Fake News de la Antigua Roma. Engaños, propaganda y mentira de hace 2000 años nos demuestras que la civilización siempre se ha montado históricamente en esas mentiras o bulos impuestas o asumidas como verdades, como diría el historiador y escritor israelí en su libro Sapiens: De animales a dioses “Homo sapiens es una especie de posverdad, cuyo poder depende crear ficciones y creer en ellas“
Muchos de estos bulos ha sido creado hasta por los mismo historiadores , a veces incluso sin querer, los propios historiadores, los que se han formado por culpa del espeso velo que cubre la historia con el paso del tiempo, los que han quedado inmortalizados en películas, series y novelas e incluso los que los propios romanos generaron sobre ellos mismos. Desde la propaganda política de los emperadores, hasta la realidad sobre la gente corriente, olvidada en los bajos fondos de Roma, pasando por las mayores perjudicadas del mundo antiguo, las mujeres, que han sufrido el escarnio de una historia creada exclusivamente por y para los hombres. Todos ellos encontrarán ahora la verdad de sus historias ocultas.
Teniendo como epicentro del tema los bulos que se formaron en la Antigua Roma, creo ver el libro más allá, que un libro de historia romana, de hecho desde las primeras páginas es toda una descarga de información, que si crees de inicio que el autor te ira dando aquellos engaños que tejieron a la Roma antigua, creo que no será tu libros, pero para esto debes de estar amueblado, y saber de ante manos, que es que un libro historia que te enfrentará, y que para llegar a ese fake news, obligatoriamente, el autor te introducirá al por que del mismo.
He aquí algunos bulos o engaños que se ha tenido por siglos de la Antigua Roma:
Domiciano. “Trajano utilizó un argumento muy actual: el de la herencia recibida. Acusaba a Domiciano de haber dejado las arcas vacías y no era verdad. Él se gastó el dinero público en guerras, pero Domiciano fue un gran administrador”, explica Marqués. ¿Cómo lo sabemos? “Las monedas acuñadas durante su reinado tenían más oro y plata”, asegura, “y ese detalle no aparece en las fuentes escritas, pero permite reconstruir el puzle de la historia”.
“Los emperadores peor parados en la historia, fueron los más congraciados con el pueblo y la plebe“, explica este historiador refiriéndose a Calígula, Domiciano, Nerón o Cómodo, “pero la historia la escriben los vencedores, y en el caso romano, la clase senatorial”. Los sucesores de los emperadores malditos sabían aprovechar “esas ficciones del poder creadas” en su favor.
“En cuanto un emperador era asesinado, se le colocaba una damnatio memoriae y se reescribía su pasado”, afirma. ¿Así que no queda historias reales sobre ellos? “Las habría, pero no se conservan”,
“Para los romanos, la mujer, si no estaba bajo la tutela de un hombre era malísima”, afirma y señala el caso de Livia: “A ella la conocemos por Tácito, que era republicano y un misógino. No entendía cómo la compañera de Augusto podía gobernar junto a él. En su idea de las cosas, si tenía tanto poder era porque era malvada”. Por ello, Tácito insinúa que mató a los hijos de Augusto -“aunque algunos no eran factibles a nivel práctico”- para favorecer al suyo, Tiberio.
“Hoy sabemos que Livia fue muy querida y que se la llegó a proponer como Mater Patriae, madre de la patria, que era un honor tremendo”, explica Marqués, “el pueblo la quería, pero entre los romanos ya existía el mito de la madrastra malvada, al estilo Disney, que era tan fácil de asimilar”.
“El mito de las persecuciones, por ejemplo, se fija en ese momento y en la Edad Media y ha llegado hasta hoy”, explica Marqués: “Los cristianos condenados en tres siglos no llegaron a unos cientos y solo lo fueron en periodos muy concretos; quince años de persecuciones en tres siglos, e incluso en algunos edictos que ordenaban persecuciones intentaban evitar el derramamiento de sangre”.
“Los cristianos nunca han entendido que los romanos no les perseguían por rabia, sino porque para ellos era inconcebible que un ciudadano del imperio no venerara al emperador y al imperio”, explica, “porque si no lo hacían, el imperio estaba indefenso”. Llegó un momento, en el siglo IV, que simplemente les pedían que rogaran a su Dios por el bienestar del emperador y el imperio. “Eso es muy revelador frente al imaginario de la persecución ideológica por odio que se creó con las historias de los mártires”.
Entre otros mitos…..
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