Jerusalén, 10 feb (EFE).- El escritor español Antonio
Muñoz Molina realizó hoy un elogio de la diversidad y la libertad al
tiempo que un alegato contra los fanatismos y la intolerancia en su
discurso de aceptación del Premio Jerusalén de este año, que recibió de
manos del alcalde de la ciudad, Nir Barkat.
En una ceremonia en el Centro Internacional de Convenciones de
Jerusalén en la que intervino también el presidente de Israel, Simón
Peres, el novelista español defendió que un escritor "no es un profeta,
ni un canal de las voces humanas de la comunidad, ni un cura, ni tampoco
un portavoz".
"En una democracia liberal moderna un escritor es un ciudadano como cualquier otro", dijo.
Aún así, advirtió de que "nunca estamos libres de los peligros de la
intolerancia y el barbarismo y mucho menos de convertirnos en
intolerantes y bárbaros nosotros mismos si desarrollamos la convicción
de que la razón absoluta está de nuestra parte o de que otra gente no se
merece los mismos derechos que tenemos nosotros, entre ellos el mero
derecho a la vida".
A su juicio, la literatura no puede desarrollar su pleno potencial
"sin una atmósfera pública de libertad de expresión y de respeto a las
diferencias de opinión y religión, sin una medida de justicia social".
En su intervención en inglés, citó a escritores judíos que tuvieron
que escribir en silencio en los campos de concentración nazis como
Vassili Grossman o Victor Klemperer, pero también a Ana Frank, a Miguel
de Cervantes o a Quevedo, todos ellos como ejemplos de "la buena
escritura que habla en voz baja" frente a la que se hace para un gran
auditorio.
"Sospecho de cualquier reivindicación de identidades colectivas
incontaminadas: nacionales, religiosas, ideológicas, culturales, de lo
que sea", afirmó y añadió que ante cualquier atisbo de ello su reacción
es "apartarse a un lado y buscar refugio".
Por su parte, el presidente israelí comenzó su discurso diciendo que
"su más grandioso sueño" sería que Jerusalén fuera "una capital de
libros, literatura y autores, el corazón de una nueva paz en un nuevo
Oriente Medio".
Peres citó pasajes de la obra de Muñoz Molina y dijo que ésta le
sorprendió porque "toca con una fuerza increíble en lo más hondo de la
genética humana".
La concesión del Premio Jerusalén -que han recibido escritores como
Octavio Paz, Mario Vargas Llosa, Susan Sontag, Arthur Miller o Jorge
Semprún- ha estado en ocasiones rodeada de polémica ya que algunas voces
suelen pedir a los autores premiados que lo rechacen por la política de
Israel en los territorios ocupados palestinos.
Además de dos organizaciones propalestinas, un grupo de intelectuales
-entre ellos el poeta español Luis García Montero y el escritor
británico John Berger- pidieron este año en una carta al novelista que
renunciase a la distinción.
En una entrevista con Efe en Jerusalén, Muñoz Molina consideró
"profundamente injusto" hacer un boicot global a un país con una
sociedad "abierta y tan plural" como la israelí.
"Me parece un poco fuerte llevar las cosas al extremo de decirle a
uno que si va a recoger un premio literario que han recibido personas
como Jorge Semprún, Susan Sontag o Ian McEwan, eso le convierte en
cómplice del apartheid", aseguró.
El escritor recalcó que respeta "profundamente el derecho a la
libertad de expresión de cualquiera", pero consideró que una de las
tareas de los escritores es "luchar contra los estereotipos" y que
"cuando uno recibe una carta llena de ellos piensa que podrían haberse
esforzado un poco más".
Según el jurado del galardón, Muñoz Molina ha sido distinguido este
año por reflejar la "libertad del individuo en la sociedad" en una obra
que le ha convertido en "una de las mayores figuras literarias mundiales
de los siglos XX y XXI".
El jurado también destacó la importancia de la "preservación de la
memoria histórica", la "fuerte conexión con la cultura, historia y
literatura internacional" y el reflejo de los importantes cambios
producidos en España en el siglo XX que plasman sus libros.
El Premio Jerusalén está dotado con 10.000 dólares (7.486 euros),
cantidad que el autor ha anunciado que donará a algún proyecto de
cooperación entre israelíes y palestinos.
Javier García
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