Título original: Tristan
Autor: Thomas Mann
Traducción: Edgar Pedro Bruck
Año de publicación:1902
Año de edición :2007
Número de página:52
Genero: Novela, Ficción, Historia corta,
La insatisfacción de lo breve es sabor agridulce a la hora de una lectura. Sabemos que el autor es un prolífico creativo de personajes y escenas, pero al llegar a la última página, nos sentimos desarmado, contrariado, nos cuestionamos, nos hacemos una y otra vez la pregunta, porqué terminó, sabiendo que de esta se podría hacer una novela aun mayor, y creo que con esta Thomas Mann ha coloca a muchos lectores en esa posición, de esperar más, hasta que finalizó en un punto final, y ya.
Tristán, una obra que alude al mito de Tristán e Isolda, aquella leyenda originaria de la poesía medieval del siglo XII, y que se hizo popular en el siglo del romanticismo, recrea la trágica historia de amor adultero entre un caballero de Cornaulles, Tritam y la princesa irlandesa Isolda, Yseult. En la medida de lo posible esta historia ha afectado la percepción del amor en la cultura y el arte occidental, habiendo cambiado la idea de lo que es el amor después del siglo XII cuando apareció por primera vez.
En esta corta novela de Thomas Mann todos los hechos se dan en el Sanatorio de Einfried, dirigido por el doctor Leander, así como la señorita Osterloh. Pero, son tres los personajes que le dan vida a todo el escrito, Anton Klotejahn, un rico aburrido hombre de negocio de Alemania, Gabriela Kloterjahn, esposa y afectada de tuberculosis, y paciente del sanatorio, y Detlev Spinell, un escritor paciente del sanatorio. Este último sostiene que Gabriela posee un espíritu artístico natural que ha sido abandonado por culpa de su esposo Anton, quien daba mayor atención a sus negocios. Si algo tenía el escritor era escribir y colocar sus escritos en el buzón, sin saber si llegara sus destinatarios, pero hubo uno de esos escritos que si llegó a su destinario y fue a las manos de Anton donde la misma le declaraba la culpabilidad del estado de su esposa produciéndose un encuentro entre ambos. Esto me recordó al debate entre el iluminista y racional Ludovico Settembrini y el milenarista Leon Naphta en la Montaña Mágica. Claro el enfrentamiento entre Anton y Spinell es en menor grado, donde uno se apoyaba en su poder económico y el segundo en el poder de su palabra y espíritu.
Es un excelente texto, que como dije al principio si le hubiese dado un poco más, qué habría salido de ahí. Thomas Mann sabe bien explorar lo que significa amar y como el amor puede ser hermoso y devastador. Una lectura muy fluida.
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