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La casa de la alegría

Título original: The house of Mirth

Autor: Edith Wharton

Traducción:

Editorial: Alba

Año de publicación:1905

Año de edición :2011

Número de página:382

Genero: Ficción, Literatura, Novela, Clasico, Ficcion historica 

 

“La desgracia había dado flexibilidad a Lily en lugar de endurecerla, y una sustancia elástica es menos fácil de romper que una dura.”

 

Apartando las distancias entre lo narrado y lo contemporáneo, la diferencia no se ven tan pronunciada entre los hechos de la atractiva protagonista de esta novela, Lily Bart, pues hoy día es común ver que muchas mujeres se cobijan bajo la sombra de algunos vínculos sociales y familiares para ostentar su fortunio ante sus pares, pero olvidan que su ostentación depende de un tercero, que inmediatamente se produce un corte, dicho ostentación, alarde sale al descubierto las miserias humanas que le rodean.

 

El deslustre de una joven con apenas 29 años, que aun no se había casado, y una madre ya muerta, y con las costumbres de codearse con la alta sociedad, es motivo para correrle a las desgracias del que dirán que se aproxima. Su estancia en la casa de una tía, la Sr. Peniston, donde también vivía por las nubes, en las afuera de la ciudad de los ricos en Bellomont, es aquí donde comienza a ver su mayor desgracia al ir codeándose con los Gus y Judy, quienes organizaban fiestas extravagantes, donde eran asiduos la jalea de la alta sociedad. Lo malo no eran la fiesta, sino lo que se daba en la misma fiesta, lo cual fue la punza que fue clavando paso a paso en la vida de Lily Bart, el juego Bridge por dinero, se hace una ludótopa, que la arruinan financieramente.

 

Si ha de buscar una salida a este derrotero financiero, la única salida que tiene Lily Bart, es casarse. El matrimonio y riqueza son sus objetivos, una forma de asegurarse ante los embastes críticos de la sociedad. El único pretendiente es un Lawrence Selden, que lo ve como su verdadero amor, pero es un pretendiente con escasos recursos. Lily Bart manosea otras actividades para obtener recursos, pues la crisis seguía creciendo, participa en el mercado de valores, conoce a Gus Trenor, que en el transcurso se alza con el dinero, no estaba invirtiendo nada, sino que le estaba dando sus ganancias. En qué termina esto, esta en tu mano darle una lectura el libro.

 

Una vez más haciendo un apartado, y con esto no digo que este cerca, pero me recuerda los días finales de Lily Bart, quien después de trabajar como secretaria, y por último como hacedora de sombreros, ya su último escalón de desesperación por la tantas deudas, pasando a vivir a una pensión, si es de buscar a otro personaje que se me parece, es a Madame Bovary, que buscando la felicidad llega a tener tantos amantes, pero las deudas, las famosas deudas, que no nos hacen tan diferente a lo que nos narra la historia, llevó a Bovary al suicidio ingiriendo una cantidad de arsénico en polvo. En el caso de Lily Bart comienza a tomar pastillas para dormir, para ayudarla a relajarse de su miedo y soledad, miedo y soledad que la llevaron a un sobredosis para dormir, y ser encontrada por Selden, su platónico amor, ya muerta, con todas sus deudas pagadas.


Es una interesante novela, una lectura sin ninguna complicación, una propuesta al desafío a la hipocresía moral de la clase social, a las luchas contra las falsas afirmaciones de la sociedad, la represión y distorsión de la sexualidad. Una heroína femenina vista como una mercancía, con ticket de evaluación, multado y vendido al mejor postor, donde su muerte se enmarca en la simbología de una victoria de autoconocimiento y autenticidad. Vaya simbología, certificar la hipocresía ante la sociedad, para mostrar lo que no somos, solo por aparentar nuestras miserias, que solo el cuchillo conoce y saca a la luz algún día.

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