Ir al contenido principal

La Celestina

Título original: Tragicomedia de Calisto y Melibea  

Autor: Fernando de Rojas

Editorial: Espasa Círculos de Lectores

Año de publicación:1499

Año de edición :2016

Número de página:336

Genero: Ficción, Literatura, Literatura Medieval, Caballería, Drama,   Romance, Clásico

 

Cada vez que me dispongo a tomar un texto clásico, y más en esta ocasión, siempre me asaltan los recuerdos, cuando era un estudiante, que en la clase de literatura, La Celestina era siempre un texto recurrente. Una de las obras más relevante de la literatura española del siglo XV. Una obra que a través del tiempo ha sido objeto de grandes investigaciones entorno a su trasmisión.

 

Un Fernando de Rojas, influenciado por el humanismo que ya se venía aposentando en toda la Europa cultura, en La Celestina no es la excepción. Una obra que comienza con una carta del autor a un amigo, donde figuran 11 octavas acrósticas, el prologo, 21 actos, 3 octavas mas y las coplas de Alonso de Proaza, con instrucciones de cómo leer los versos acrósticos, toda una obra de ingeniería que ha trascendido en la literatura.  

“La cuestión de la autoría ha suscitado polémicas y varias posturas críticas y nace de las declaraciones prologales que se hacen en la misma obra, que de hecho apuntan a una pluralidad de autores: mejor dicho,”

 

La Celestina es la historia de amor de Calisto y Melibea. Calisto, ante el rechazo inicial de la joven, acude a Celestina, una alcahueta experta en arreglar amores. La vieja alcahueta consigue que Melibea se rinda ante Calisto y que su amor se consuma. Cobra un alto precio por su trabajo y, cegada por la codicia, no quiere compartirlo con sus criados, quienes la asesinan. Por otra parte, Calisto muere accidentalmente al caer de una escala bajando de la habitación de Melibea; esta, herida gravemente de amor, se suicida.

 

Una excelente obra que muestra la ambigüedad que sucintan en los seres humanos, uno detrás del amor que a la distancia se hace inalcanzable, donde esta imposibilidad solo se hacia posible por la intercesión  que explotan al máximo los personajes que la puebla, haciendo del dinero su objetivo ultimo, y la vez triste. Personajes que solo buscan sus propios beneficios, sin importa córtale las manos a quien los alimenta. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Carta de Manuela Sáenz a James Thorne, su primer marido

No, no y no, por el amor de Dios, basta. ¿Por qué te empeñas en que cambie de resolución. ¡Mil veces, no! Señor mío, eres excelente, eres inimitable. Pero, mi amigo, no eres grano de anís que te haya dejado por el general Bolívar; dejar a un marido sin tus méritos no seria nada. ¿Crees por un momento que, después de ser amada por este general durante años, de tener la seguridad de que poseo su corazón, voy a preferir ser la esposa del Padre, del Hijo o del Espíritu Santo o de los tres juntos? Sé muy bien que no puedo unirme a él por las leyes del honor, como tú las llamas, pero ¿crees que me siento menos honrada porque sea mi amante y no mi marido? No vivo para los prejuicios de la sociedad, que sólo fueron inventados para que nos atormentemos el uno al otro. Déjame en paz, mi querido inglés. Déjame en paz. Hagamos en cambio otra cosa. Nos casaremos cuando estemos en el cielo, pero en esta tierra ¡no! ¿Crees que la solución es mala? En nuestro hogar celestial, nuestr...

Grandes esperanzas (Fragmentos)

«En el primer momento no me fijé en todo esto, pero vi más de lo que podía suponer, y observé que todo aquello, que en otro tiempo debió de ser blanco, se veía amarillento. Observé que la novia que llevaba aquel traje se había marchitado como las flores y la misma ropa, y no le quedaba más brillo que el de sus ojos hundidos. Imaginé que en otro tiempo aquel vestido debió de ceñir el talle esbelto de una mujer joven, y que la figura sobre la que colgaba ahora había quedado reducida a piel y huesos. [...] ―¿Quién es? ―preguntó la dama que estaba sentada junto a la mesa. ―Pip, señora. ―¿Pip? ―El muchacho que ha traído hasta aquí Mr. Pumblechook, señora. He venido a jugar... ―Acércate más, muchacho. Deja que te vea bien. Al encontrarme delante de ella, rehuyendo su mirada, observé con detalle los objetos que nos rodeaban, y reparé en que tanto el reloj que había encima de la mesa como el de la pared estaban parados a las nueves menos veinte. ―Mírame ―me dijo miss...

Las muchas lenguas de Kundera

La primera novela de  Milan Kundera ,  La broma,  es la historia de cómo una ironía leída por quien no debería –escribir en una postal “El optimismo es el opio del pueblo”– arruina la vida de su protagonista en la Checoslovaquia comunista. La última,  La fiesta de la insignificancia  –que su editorial en España, Tusquets, saca a la calle el 2 de septiembre– relata en uno de sus capítulos como Stalin relata una historia que puede ser, o no, un chiste, aunque descubrirlo no es sencillo: si por casualidad no es un chiste y es un delirio de dictador, puede costar la vida al que se ría a destiempo. En medio, transcurre la vida de uno de los escritores europeos más importantes del siglo XX, cuya existencia podría ser definida como una gran lucha contra un mundo que ha perdido el sentido del humor. Los chistes son un ángulo magnífico para contar la historia del comunismo en Europa Oriental y la URSS: “Qué hay más frío que el agua fría en Rumania? El agua caliente”...