Titulo original: Der gekreuzigte Gott. Das Kreuz Christi als Grund und Kritik christlicher Theologie.
Titulo traducido: El Dios crucificado. La cruz de Cristo como base y crítica de la teología cristiana.
Autor: Jürgen Moltmann
Editorial: Fortress Press
Año de publicación: 1972
Numero de pagina: 364
Genero: Ensayo, teología, religión
A modo de introducción el ultimo fin de Moltmann con respecto a este libro, es que la iglesia y la teología vuelvan a encausarse en el Cristo crucificado, con el fin de dar como carta esperanzadora la libertad a este mundo, claro si es que quieren poner en practica esa oferta que a leguas muestran, pero que distancia en las prácticas. “Creo que la teología de la cruz es el hilo conductor constante de mi pensamiento teológico“
Jürgen Moltmann, nació Hamburgo en abril del 1926 en el seno de una familia la cual él calificaba como ‟secular”. Hijo de un maestro masón. Jürgen cuando a penas comenzabas sus estudios universitarios fue sorprendido para la Segunda Guerra Mundial con lo cual tuvo que alistarse en las filas de las Fuerzas Aéreas Auxiliares. Quizás este alistamiento pueda resultar un derrotero para las aspiraciones del joven, pero es a partir de aquí que se da los grandes cambios en su vida, pues al caer prisionero en un campo de Bélgica sin apenas tirar un tiro en sus adentros hubo un desgarro desesperanzado pues la idea de cultura germana se venia al suelo por las atrocidades cometidas por los alemanes en Auschwitz, Buchenwald y demás campos de exterminio. Como acabe de expresa, en este momento es que se produce el gran cambio de su vida, pues siendo prisionero es que le llega un Nuevo Testamento, gracias a la generosidad de un capellan, y fue muy claro en lo que dijo: “Yo no encontré a Cristo, fue Él el que me encontró a mí”.
“Lo importante no son las experiencias, sino aquel a quien ellas se ha experimentado”
Como es de suponer, tanto la iglesia y la teología cristiana para Moltmann muestras su carácter de importancia frente a la problemática del mundo a través del Cristo crucificado y dejándose cuestionar por él juntamente con la sociedad en que viven. “Fe, iglesia y teología deben demostrar lo que en realidad creen y esperan de aquel hombre, Jesús de Nazaret, crucificado bajo Pondo Pilato y qué consecuencias prácticas quieren sacar de ello. El Cristo crucificado es incluso el desafío a la teología e iglesia cristianas, que se atreven a tomar su nombre”. Insta a que la iglesia se ocupe de la teología dé la cruz interpretada a la luz del Crucificado y en el contexto de su resurrección, de la libertad y la esperanza. Cuanto más en serio se tome la «cruz de la realidad», tanto más se convertirá el Crucificado en el criterio definitivo de la teología. De hecho, mientras el concepto de Dios no este marcado por una teología revolucionaria, no habrá una teología de liberación, claro sino se libera al Dios crucificado de los arraigos del poder. Reconocer a Dios en Jesús crucificado, significa comprender la historia trinitaria de Dios y saberse a sí mismo, y a todo el mundo, con su dolor y su llanto, en la historia de Dios. Dios no está muerto. Pero la muerte está en Dios. Él sufre en nosotros; sufre con nosotros. El dolor está en Dios. Dios no condena y no condenará. Pero la condenación está en Dios. Por eso podemos decir: de una manera que queda oculta en la cruz, está Dios en camino de llegar a ser "todo en todas las cosas" y nosotros "vivimos, nos movemos y estamos en Él". Cuando Dios culmine su historia (1 Co 15, 28), su dolor quedará transformado en dicha. Y también el nuestro.
Las influencias de Moltmann estarán determinadas por profesores de la talla de Otto Weber, Ernst Wolf, Hans Joachim Iwand, Gerhard von Rad y Ernst Käsemann. Por ejemplo de Weber aprendió sobre la teología holandesa, de la teologia apostólica desmenuzada por Arnold A. van Ruler, asume la perspectiva escatológica de la misión universal de la iglesia hacia el reino de Dios. En el caso de Wolf y Bonhoffer apunta hacia el compromiso etico y social de la iglesia frente a la sociedad. La interpretación dialéctica de la cruz y la resurrección de Cristo le viene de la influencia de Iwand y Hegel. En cuando a la importancia de la teología bíblica de la historia de la salvación le viene de Von Rad y Käsemann.
Todo los pensamientos, planteamientos o posturas que Jürgen Moltmann esboza en este libro son el fruto de las tantas conferencias realizadas en distintas universidades, y que fueron sometida al escrutinio de la discusión en las clases y seminarios en la universidad de Tubingen.
Este libro ira desde la identidad y relevancia de la fe, ante la crisis de la relevancia de la vida cristiana, la crisis de identidad de la fe cristiana y la relación en la contradicción y el conocimiento dialéctico. Pasa por la resistencia de la cruz contra sus explicaciones de la cruz arreligiosa en la iglesia, el culto del a cruz, la mística de la cruz, el seguimiento de la cruz y la teología de la cruz. Las cuestiones sobre Jesús: ¿Es Jesús el verdadero Dios? , ¿Es Jesús el verdadero hombre?, «¿Eres tú el que ha de venir?» , «¿Quien decís que soy yo?» . El proceso histórico de Jesús: Sobre el origen de la cristología, El camino de Jesús hacia la cruz, Jesús y la Ley: el «blasfemo», Jesús y la violencia: el «revolucionario», Jesús y Dios: el «abandonado de Dios» Entre otros puntos.
“Una iglesia que no se puede cambiar, que no se ocupa de la humanidad del hombre en las realidades cambiadas, es una iglesia que se petrifica y muere”.
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