Ir al contenido principal

Job

Título original: Job      
Autor: Joseph Roth
Traducción: Pablo Sauras
Editorial: Alba Editorial
Año de publicación: 2013
Numero de pagina: 120
Genero:  Novela literaria, narrativa

“Acuérdate de Job. A él le ocurrió algo parecido a lo que te sucede a ti.”

Joseph Roth nacido en Brody en 1894, una ciudad que queda muy cerca de Galicia. Moses Joseph Roth era su nombre completo, pero una vez viviendo en Viena, oculto el nombre Moses o Moisés, quizás con la idea de que pareciese menos judíos. Brody era el centro de la Haskala, la unión de la Ilustración judía. Fue un excelente alumno, aunque algo desdeñoso. Durante un buen tiempo fue tutor de los hijos de una condesa, donde aprendió de algún modo ser un dandy que besaba las manos a las señoras, usaba bastón y monóculo. Después de la Primera Guerra Mundial empezó a escribir y se radicó en Berlín. "Mi experiencia más inolvidable fue la guerra y el fin de mi patria, la única que tuve: la monarquía Austrohúngara"

Job es la historia de Mendel Singer, un piadoso e indigente maestro de la Torá de judíos y niños de la Europa del Este, a quien fue puesta a prueba su fe. Un hijo incurable y discapacitado, los demás hijos mayores, uno de ellos se une al ejercito ruso, otro se ira a América y su hija pequeña corre con los cosacos y le atraen mucho los hombres. La familia completa se ira a América, excepto el mas pequeño y enfermo. Una historia que tiene como telón de fondo la historia bíblica de Job. Mendel ya en sus últimos días ve el colapso de su mundo, experimentando sufrimiento y las perdidas mas insoportables, las de sus mas cercanos: mujer, dos hijos, uno de ello perdió la vida en la guerra, el otro muerto o desaparecido, no se sabe nada de el, la hija en un manicomio y el ultimo hijo que daba por pedido se reencuentran. A la larga abandono la esperanza y maldijo a Dios.

La historia comienza en la comunidad de Zuchinow, con la vida del devoto y maestro bíblico judío, Mendel Singer, de unos treinta años Un personaje de un rostro pálido, una barba que le cubría la boca. Casado con Deborah y tres niños: Jonás, Schemarjah y Mirjam, y un cuarto por venir, Menuchim, tenía que alimentar. Este ultimo niño tenía las piernas torcidas y descarnados los brazos, los cuales se agitaban y presentaba  contracciones convulsas. Con ingresos apocados que provenía de las enseñanzas de la biblia a unos niños tenia que sostener a toda su familia. En medio de la necesidades y calamidades que vivían nunca olvidaban dar gracias cada mañana a Dios, pues le habían concedido ‟fertilidad a sus entrañas, serenidad a su conciencia y pobreza a sus manos”. Tres veces salpicaban los oídos a Dios con sus oraciones. “Tenía la conciencia tranquila. El alma, pura. Nada de lo que arrepentirse y nada que pudiera codiciar. Amaba a su mujer y se regocijaba con su carne.”

A medida que los años pasaban, el modo de vida, su economía se iba deteriorando año tras años, al punto que las cosechas sufrían las mismas crujía que ellos pasaban: huevos vacío, las zanahorias se encogían, las patatas se helaban, los patos estaban flacos, los gansos duros y las gallinas no tenían nada. A toda esta situación, no olvidemos que frente a esta situación, otro ingrediente se suma la mujer y sus quejas y sus suspiros. Siempre miraba las posesiones de sus vecinas con codicia, las envidiaba siempre estaba presente en ella. La única respuesta de Mendel a los suspiros y quejas de su mujer eran: guarda silencio y vamos a orar.

Frente a la enfermedad de su hijo mas pequeño, el cual un doctor, Soltysiuk, lo vio como epiléptico, y al cual le vino una  objeción  por parte de la madre, quien precisó que era espasmos. Le viene a la ciudad: “Hasta que un día se declaró la viruela en la ciudad. Las autoridades prescribieron la vacunación y los médicos se metieron en las casas de los judíos. Algunos se escondieron. Pero Mendel Singer, el justo, no huía ante ningún castigo divino. También aguardó la vacuna con toda confianza.”

En cierto modo, la fe de Mendel fue puesta a prueba, cuando la Deborah decide ir a la comunidad de los parientes de Mendel en Kluczysk, donde un rabino para que este orase por Menuchim y su deformidad, pues el rabino sentenció la siguiente: “Menuchim, el hijo de Mendel, sanará. No habrá muchos como él en Israel. El dolor le hará sabio. La deformidad, bondadoso.” Nos dice que Mendel sonrió por la fe de su mujer en el rabino y porque la cura tardaría, dice que fue un eco malicioso. Aunque en el transcuro de la novela, los papeles se intercambia, Deborah cuetiona el castigo de Dios por la enfermedad de Menuchim. “Ay, al pobre le va mal cuando ha pecado. Y cuando está enfermo, le va mal.”

“Los vecinos se asomaban a las ventanas. Ella deformaba el rostro en una mueca llorosa. Todo el mundo sentía compasión hacia ella y le preguntaba qué ocurría.”

En transcurso de sus vida se producen algunos cambios, Jonás es alistado para el ejercito, quien era el rebelde de la familia.  Schemarjah emigra a América con la ayuda del Rabino Kapturak, allá se casa y mas luego envía recurso para que toda la familia se fuera a vivir a América. En tanto, Mirjam podríamos decir, la brincona de la casa, amaba a Stepan, pero como lo amaba, también amaba a Iwan y Wsewolod, es decir, amaba a todos los hombres. Y vaya la despedida de Mirjam con sus novios. En cuanto a Menuchim, este tuvo que quedarse con una familia joven, a quienes le cedieron su casa a cambio. “De Mendel Singer, sin embargo, sabemos que, tras unas semanas en Nueva York, se sintió como en casa.”

Los días finales de los Singer terminan ensombrecidos. Mientras Jonás estaba en la guerra y Menuchim en Rusia, a Singer le pasaba por la mente quien era el primero en morir entre el y Deborah. Los acontecimientos fueron sucediendo en escalada.  De Jonás solo se supo que desapareció, no se sabia si estaba muerto o fue prisionero. Schemarjah murió en el frente de batalla, y de lo único que se tiene de el es un reloj y las ultimas palabras. Deborah tras la noticia de Sam, que era el nombre de Schemarjah tras llegar a América, comienza a arrancarse los cabello, es lleva a la cama y muere en ella. Por la mente de Singer solo pasaba que también Menuchim ha muerto, aquel seguía vivo, pero aun enfermo, pero al final del relato aun sigue vivo, sano y curado, donde se narra de que esta vivo es en el capitulo XV, Mendel es invitado a una casa por un tal Alexej Kossak que resulta ser Menuchim.  Mirjam después de acostarse con tantos hombres, tiene como novio a Mac, en ultimo momento cae en un estado de locura vociferando que se había acostado con mister Gluck. Esta es internada y se presume que iría a parar a manicomio, a esto también Mendel cree que esta muerta.

“Deborah estaba muerta, que Sam había caído, que Mirjam se había vuelto loca y que Jonás había desaparecido. Era como si acabara de perder la patria en aquel preciso instante y en ella a Menuchim, el más fiel de todos los muertos, el más lejano de todos los muertos, el más próximo de todos los muertos.”

Es un interesante libro, que te hace llevar por los laberintos de la incertidumbre que experimenta el principal personajes del texto, donde uno va tejiendo conjuntamente con el texto bíblico de Job la vida de este personaje cagado de malos momentos de la vida.
En sus manos

Comentarios

Entradas populares de este blog

Carta de Manuela Sáenz a James Thorne, su primer marido

No, no y no, por el amor de Dios, basta. ¿Por qué te empeñas en que cambie de resolución. ¡Mil veces, no! Señor mío, eres excelente, eres inimitable. Pero, mi amigo, no eres grano de anís que te haya dejado por el general Bolívar; dejar a un marido sin tus méritos no seria nada. ¿Crees por un momento que, después de ser amada por este general durante años, de tener la seguridad de que poseo su corazón, voy a preferir ser la esposa del Padre, del Hijo o del Espíritu Santo o de los tres juntos? Sé muy bien que no puedo unirme a él por las leyes del honor, como tú las llamas, pero ¿crees que me siento menos honrada porque sea mi amante y no mi marido? No vivo para los prejuicios de la sociedad, que sólo fueron inventados para que nos atormentemos el uno al otro. Déjame en paz, mi querido inglés. Déjame en paz. Hagamos en cambio otra cosa. Nos casaremos cuando estemos en el cielo, pero en esta tierra ¡no! ¿Crees que la solución es mala? En nuestro hogar celestial, nuestr

Donna Tartt, el vuelo entre la alta y la baja literatura

Por su primer título,  El secreto  (1992), Donna Tartt  (Greenwood, Misisipí 1963) recibió un adelanto de 450.000 dólares (el equivalente sería hoy una cifra muy superior), caso insólito en alguien que no había publicado aún nada. Antes de salir el libro, un  extenso perfil aparecido en  Vanity Fair  predijo la fama de la autora, anunciando la irrupción en el panorama de las letras norteamericanas de una figura que supuestamente borraba la distancia entre la alta y la baja literatura. Confirmando las esperanzas puestas en ella por sus editores, “El secreto” vendió cinco millones de ejemplares en una treintena de idiomas. Las críticas fueron abrumadoramente favorables, aunque no hubo unanimidad con respecto al diagnóstico de  Vanity Fair.  La primera novela de Donna Tartt es un thriller  gótico que lleva a cabo con singular habilidad el desvelamiento de un misterioso asesinato perpetrado en el departamento de lenguas clásicas de Hampden College, institución universitaria de carácter

Las muchas lenguas de Kundera

La primera novela de  Milan Kundera ,  La broma,  es la historia de cómo una ironía leída por quien no debería –escribir en una postal “El optimismo es el opio del pueblo”– arruina la vida de su protagonista en la Checoslovaquia comunista. La última,  La fiesta de la insignificancia  –que su editorial en España, Tusquets, saca a la calle el 2 de septiembre– relata en uno de sus capítulos como Stalin relata una historia que puede ser, o no, un chiste, aunque descubrirlo no es sencillo: si por casualidad no es un chiste y es un delirio de dictador, puede costar la vida al que se ría a destiempo. En medio, transcurre la vida de uno de los escritores europeos más importantes del siglo XX, cuya existencia podría ser definida como una gran lucha contra un mundo que ha perdido el sentido del humor. Los chistes son un ángulo magnífico para contar la historia del comunismo en Europa Oriental y la URSS: “Qué hay más frío que el agua fría en Rumania? El agua caliente” “¿Cómo se llama una orq