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Crónica de un vendedor de sangre

“Hijo, ¿cómo puedes decir que estás fuerte si nunca has vendido sangre?”

Si fue de leerla, creo haberla leído sin ninguna expectativas, pues siendo la primera vez que leo a este escritor independientemente de las informaciones que obtuve, donde su escritor Yu Hua en el 2002 se convirtió en el primer autor chino en ganar el prestigioso premio James Joyce Foundation Award, así como recibir un galardón del premio italiano Grinzane Cavour. Tanto Crónica de un vendedor de sangre y Vivir fueron elegido como los libros más influyentes de la década de los 90 en China.

Crónica de un vendedor de sangre es una novela que narra las dificultades que pasa un matrimonio, al igual que otros, de la China rural de los años de la segunda mitad del siglo XX, pero más que un afrontar las dificultades económicas es un mea culpa del pasado de Xu Lan.

Creo que el primer capítulo encierra toda la narrativa, Xu Sanguan descubre un forma de vida del pueblo a través de la venta de sangre en el hospital, el cual estaba reglamentado por una series de procedimientos, procedimiento supervisado por: “Li es el alcalde que administra nuestra sangre. Él y sólo él es el que decide quién puede venderla y quién no.”

“¿La gente que nunca ha vendido sangre tiene mala salud?”

Aunque Xu Sanguan vive como repartidor de capullos de gusanos, este personaje procede del mundo rural con cierta formación sobre la vida, donde apena tiene para comer, pero es en el transcurrir de los días que descubre una nueva forma de obtener ingresos, que aunque para nosotros nos resulte chocante, hay persona que se dan esa tarea, el de vender sangre. Es tanto, que su propio tío le explica o aconseja: “Aquí, el hombre que no haya vendido sangre alguna vez no encuentra mujer que quiera casarse con él.” Es decir, es algo normal lo que se realiza. En todo a esto circulara la novela, con uno que otro salto que se dan principalmente cuando logra casarse con una mujer de carácter y de esta unión le nacen tres hijos: Primer jubilo, Segundo júbilo y Tercer júbilo. En el transcurso, Xu Sanguan se da cuenta o sospecha que el hijo mayor no se parece a él, y cree que hubo un acto de infidelidad por parte de su esposa con un antiguo novio, ya esta sospecha, Xu Sanguan comienza a tratar a Primer Júbilo de manera diferente, este hecho es apoyada por su esposa, pero con la salvedad de que no fue un hijo buscado sino producto de una violación. De esta manera se va desarrollando la novela, situaciones políticas, situaciones familiares común a toda familia a todo país. Hasta que Primer Júbilo cae enfermo por hepatitis ya al borde de la muerte, y dada la situación económica, sus padres comienza a vender todo de la casa y pedir prestado a sus vecinos, y es aquí donde ya al borde de la desesperación, Xu Sanguan recuerda lo que hacía en su juventud, cuando vendía sangre para hacerle frente a situaciones especiales, y se ofrece para vender su sangre, donde lo
aceptan la primer vez, pero más luego se lo prohíben por lo peligroso del proceso y los riesgos de salud, lo cual debe de esperar tres meses para poder vender su sangre, pero en medio de la desesperación decide ir de hospitales en hospitales vendiendo su sangre porque necesitaba dinero para hacerle frente a la enfermedad de Primer Júbilo, y cada día se ponía más débil por esta vendiendo su sangre.

“Vender sangre es perder la vida. ”

En cuanto al aspecto técnico de la novela, o mejor dicho a lo traducido, creo que se pierde aquí un poco, la traducción que se le dio a español resulta un poco indiferente, pues la traducción utiliza algunas palabras, que si están en el original, dudo que sean española, es decir, tiene una traducción muy españolizada.

No es un novela de grandes prestaciones, una historia la cual no me sorprendió ni me quede asombrado.

“Lo que hemos vendido es nuestra fuerza, ¿sabes? Los de la ciudad lo llamáis «sangre», pero en el pueblo lo llamamos «fuerza». Hay dos tipos de fuerza: una es la que viene de la sangre, la otra es la que viene de los músculos. ”

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