Islandia está viviendo un auge de libros. Esta nación
de poco más de 300.000 personas tiene más escritores, más obras
publicadas y más libros leídos per cápita que cualquier otra nación del
mundo.
Es difícil evitar a los escritores en Reykjavik. Hasta hay una frase en islandés que refleja el fenómeno: "Ad ganga med bok I maganum"
("Todo el mundo da a luz a un libro"). Literalmente, todo el mundo
"tiene un libro en el estómago" y uno de cada diez islandeses publica
uno.
"¿No los vuelve muy competitivos?",
le pregunto al joven novelista Kristin Eirikskdottir. "Sí. Sobre todo
porque yo vivo con mi madre y mi pareja, que también son escritores de
tiempo completo. Pero tratamos de publicar en años alternos, así que no
competimos demasiado".
En una excursión especial de sagas por la ciudad
–sagas como narraciones- nos muestran placas con diversos relatos en
los edificios públicos.
Fechadas desde el siglo XIII, las sagas
islandesas cuentan la historia de los colonos nórdicos del país, que
comenzaron a llegar a la isla a fines del siglo IX.
Las sagas están escritas incluso en servilletas y tazas de café.
Cada visita que hacemos a un géiser o una
cascada incluye una historia de antiguos héroes y heroínas. Nuestro guía
se levanta en medio del viaje a recitar su poesía. El padre de nuestro
conductor de taxi y su abuelo escriben biografías.
Los bancos en los espacios públicos tienen
códigos de barras para escuchar una historia en el teléfono inteligente
mientras se está sentado.
De fiesta
Reykjavik está de fiesta con sus escritores. Es la época del festival libro.
El ganador del Man Booker Prize Kiran Desai y el
autor de "Generación X", Douglas Coupland, se codean con las grandes
estrellas literarias islandesas Gerdur Kristny y Sjon.
Sjon también compone letras de canciones para Björk, la superestrella musical de Islandia.
"Aquí los escritores son respetados", dice Agla Magnusdottir. "Ellos viven así. Algunos incluso tienen un sueldo".
Magnusdottir es la jefa del nuevo Centro de Literatura, que ofrece apoyo estatal para las obras islandesas y su traducción.
"Se escribe de todo -sagas modernas, poesía,
libros infantiles, ficción literaria y erótica-, pero lo que está en
auge es la novela policial", explica.
Esto quizás no sea una sorpresa en un país
nórdico. Pero las cifras de ventas de novelas policiales son asombrosas:
el doble que la de cualquiera de sus vecinos.
Pero, ¿qué ha llevado a este auge fenomenal del
libro en Islandia? Yo diría que se debe a una cosecha de grandes
escritores, que cuentan relatos fascinantes con una economía de lenguaje
elegante y personajes fantásticos.
Con sus cauces de lava negra, su tierra
humeante, su burbujeante tierra, sus imponentes volcanes y sus arroyos
de cuento de hadas, Islandia es un escenario perfecto para las
narraciones.
No es de extrañar que JRR Tolkien y Seamus
Heaney se sintieran extasiados con este país, y la Unesco designara a
Reykjavik como Ciudad de la Literatura.
Solvi Bjorn Siggurdsson, un novelista islandés, dice que los escritores le deben mucho al pasado.
Sagas islandesas
- Escritas desde el siglo XIII, las sagas incluyen algunos de los textos más ricos y extraordinarios de la Edad Media.
- A menudo representan acontecimientos conocidos desde los primeros años de la historia de Islandia, aunque hay mucho debate en cuanto a qué parte de su contenido es factual.
- Llenas de héroes, peleas y forajidos, con un puñado de fantasmas y duendes, las sagas inspiraron a escritores como Sir Walter Scott, William Morris y W H Auden.
"Somos una nación de narradores. Cuando estaba oscuro y frío, no teníamos nada más que hacer", afirma. "Gracias a los eddas
poéticos y las sagas medievales, siempre hemos estado rodeados de
relatos. Después de la independencia de Dinamarca en 1944, la literatura
ayudó a definir nuestra identidad".
Siggurdsson rinde homenaje al Premio Nobel de
Literatura islandés, Halldor Laxness, cuyos libros se venden en
gasolineras y centros turísticos de la isla. Los locales le ponen su
nombre a sus mascotas y hacen peregrinaciones a su casa.
"Cuando Laxness ganó el Premio Nobel en 1955
puso la literatura islandesa moderna en el mapa", dice Solvi. "Él nos
dio la confianza para escribir".
Cenizas y caídas
Una combinación de debacle y ceniza también puso a Islandia en el mapa.
Primero llegó la kreppa o colapso
financiero de 2008, que contribuyó a desencadenar la crisis económica
mundial. Luego vinieron los problemas por la nube de ceniza de uno de
los muchos volcanes activos en Islandia.
Hallgrimur Helgason -humorista, pintor y escritor- dice que la kreppa hizo que los islandeses pusieran los pies en la tierra.
"Nos hizo menos complacientes y les dio a los
artistas una oportunidad creativa, como (Margaret) Thatcher hizo con
Reino Unido", dice sonriendo. "Nos fijamos en la política también; no
todo está relacionado con las sagas".
Pero algunos también temen una kreppa del libro. Islandia tiene tantos escritores que hay una enorme presión sobre los editores.
En esta época del año es el jolabokaflod o la "Corriente Navideña del Libro", que es cuando se publican más libros.
Cada familia recibe un catálogo de obras en su
puerta. Lo revisan minuciosamente como si fuera un inventario de
muebles. Todos reciben libros como regalos de Navidad, de tapa dura y
envueltos para regalo.
"Incluso ahora, cuando voy a la peluquería no
quieren de mí chismes de celebridades, sino recomendaciones de libros
para Navidad", dice Kristin Vidarsdottir, directora del proyecto de la
Ciudad de la Literatura, de la Unesco.
Pero un mechón de cabello azul me advierte de la
presencia de la persona más famosa de Islandia. La cantante Björk
asiste a varios de los eventos del festival.
"Es genial verla apoyando a los escritores", le digo.
"Es un lugar pequeño. Crecimos juntos", responde. "Nos apoyamos unos a otros".
Si, érase una vez, Björk era la mayor marca cultural de Islandia, ahora está acompañada por toda una bokaflod (corriente) de autores.
BBC Mundo
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