Ir al contenido principal

La iglesia, una ballesta contra si: Hierna de Lerna

Podríamos decir, que el siglo XII en termino de especialización y modernización de los instrumentos de guerra, fue un siglo que también, trajo consigo las contradicciones que en la utilización de un instrumento de guerra, como fue la Ballesta, vio la conversión de una de las armas mas sofisticada, por la mecanización sistemática de la palanca para disparar flecha. Esta arma equipada con un arco montado sobre una base recta, era una de las armas mas revolucionaria en el ataque a los flacos adversarios, pues los disparos de proyectiles, que a menudo eran llamado pernos o virotes revoluciono la posibilidades de dar muerte al enemigo.

El manejo y fin de esta arma de guerra, por su versátil dinámica en el campo de batalla, independientemente de que se haya utilizado, según las fuentes o evidencias arqueológicas en la antigua Grecia y el Este de Asia, especialmente, en la antigua China, de acuerdo a las descripciones textuales de las obras de los seguidores de Mozin y de Sun Tzu, en El arte de la guerra, entre 500 a. C y 300 a. C. Comenzó a perfeccionarse y a utilizarse de manera masiva durante el siglo X, que en termino de intentos perfeccionó el arco y la flecha.

Ahora bien, si pudo ser uno de los mayores avances, que en términos de armamentos de guerras en el campo de batalla, no siempre fue vista como mucho agrado por algunos. Como es de suponer, la Iglesia Católica se mostro renuente y contraria a la utilización de esta. Durante el segundo Concilio de Letrán, presidida por el Papa Inocencio II en el 1139, dictaron una comunicación donde se prohibía el manejo de esta arma, pues las múltiples opiniones en aquel Cónclave determino que esta arma era detestable para Dios e indigna para los cristianos. Esta pronunciación de la iglesia fue mas lejos de ahí, hasta aquellos instrumentos de guerras que en su manejo llevara proyectiles, por no ser cristiana.

Dicho esto, vamos a caer en el plano historiológico del devenir de la iglesia, que a pesar de su pronunciamiento, no vulgarizo efecto la condena, pues siguió utilizándose hasta entrado el siglo XVI. La iglesia siempre ha querido ser Juez y arbitro en todos los acontecimientos de la historia, si bien podríamos estar de acuerdo en la condena y utilización de este instrumento de guerra, también la iglesia debió estar de acuerdo en el manejo de otros instrumentos llevado a acabo durante la Edad Media. Pero que mas instrumento de guerra, que el que llevaron durante Las Cruzadas, que en su celo infernal llevaron a cabo una serie de campañas militares, supuestamente motivada por celos religiosos, donde era mas bien en un plano interpretativo establecer el control del cristianismo de la Tierra Santa, que ya iba perdiendo mas terreno en contra de los Musulmanes. La iglesia siempre ha querido desdoblar, en ciertos aspectos los avances que se vienen dando, a pesar de su enfrentamiento mitológico y mundanal, donde el modelo clero-primitivo se rezaga a un pasado incomparable, el cual se vate en la actualidad a otros derroteros, puramente mercantiles, sexuales, autoritarismo entre otros santiamén.

Todo se murió en el primer siglo. O sino pregúntale a la Hidra de Lerna.

A correr fanático

Comentarios

Entradas populares de este blog

Carta de Manuela Sáenz a James Thorne, su primer marido

No, no y no, por el amor de Dios, basta. ¿Por qué te empeñas en que cambie de resolución. ¡Mil veces, no! Señor mío, eres excelente, eres inimitable. Pero, mi amigo, no eres grano de anís que te haya dejado por el general Bolívar; dejar a un marido sin tus méritos no seria nada. ¿Crees por un momento que, después de ser amada por este general durante años, de tener la seguridad de que poseo su corazón, voy a preferir ser la esposa del Padre, del Hijo o del Espíritu Santo o de los tres juntos? Sé muy bien que no puedo unirme a él por las leyes del honor, como tú las llamas, pero ¿crees que me siento menos honrada porque sea mi amante y no mi marido? No vivo para los prejuicios de la sociedad, que sólo fueron inventados para que nos atormentemos el uno al otro. Déjame en paz, mi querido inglés. Déjame en paz. Hagamos en cambio otra cosa. Nos casaremos cuando estemos en el cielo, pero en esta tierra ¡no! ¿Crees que la solución es mala? En nuestro hogar celestial, nuestr

Donna Tartt, el vuelo entre la alta y la baja literatura

Por su primer título,  El secreto  (1992), Donna Tartt  (Greenwood, Misisipí 1963) recibió un adelanto de 450.000 dólares (el equivalente sería hoy una cifra muy superior), caso insólito en alguien que no había publicado aún nada. Antes de salir el libro, un  extenso perfil aparecido en  Vanity Fair  predijo la fama de la autora, anunciando la irrupción en el panorama de las letras norteamericanas de una figura que supuestamente borraba la distancia entre la alta y la baja literatura. Confirmando las esperanzas puestas en ella por sus editores, “El secreto” vendió cinco millones de ejemplares en una treintena de idiomas. Las críticas fueron abrumadoramente favorables, aunque no hubo unanimidad con respecto al diagnóstico de  Vanity Fair.  La primera novela de Donna Tartt es un thriller  gótico que lleva a cabo con singular habilidad el desvelamiento de un misterioso asesinato perpetrado en el departamento de lenguas clásicas de Hampden College, institución universitaria de carácter

Las muchas lenguas de Kundera

La primera novela de  Milan Kundera ,  La broma,  es la historia de cómo una ironía leída por quien no debería –escribir en una postal “El optimismo es el opio del pueblo”– arruina la vida de su protagonista en la Checoslovaquia comunista. La última,  La fiesta de la insignificancia  –que su editorial en España, Tusquets, saca a la calle el 2 de septiembre– relata en uno de sus capítulos como Stalin relata una historia que puede ser, o no, un chiste, aunque descubrirlo no es sencillo: si por casualidad no es un chiste y es un delirio de dictador, puede costar la vida al que se ría a destiempo. En medio, transcurre la vida de uno de los escritores europeos más importantes del siglo XX, cuya existencia podría ser definida como una gran lucha contra un mundo que ha perdido el sentido del humor. Los chistes son un ángulo magnífico para contar la historia del comunismo en Europa Oriental y la URSS: “Qué hay más frío que el agua fría en Rumania? El agua caliente” “¿Cómo se llama una orq