Así lo refleja uno de sus poemas inspirados en Asturias -una región a
la que está vinculado desde hace años-, que hoy leerá en un acto que
protagoniza en marco del Ciclo de Palabra en el Centro Niemeyer.
"Me siento como en casa y, en particular, este poema ("Los pequeños
cánticos de Asturias") es una especie de versión muy resumida de la
Comedia de Dante, en la que veo el infierno, el purgatorio y el
paraíso", ha declarado el nobel.
Heaney es el protagonista de un nuevo encuentro del Ciclo de Palabra,
que tiene lugar en la cúpula del Centro Oscar Niemeyer, de Avilés,
donde será entrevistado por el escritor asturiano Jordi Doce.
El autor irlandés, considerado como uno de los mayores poetas en
lengua inglesa del siglo veinte, nació en 1939, en County Derry, Irlanda
del norte.
Durante sus estancias veraniegas en Asturias, el nobel produjo parte
de su obra, en este caso inspirada en una tierra con muchas analogías a
su Irlanda natal, que se hace presente en las llanuras y en la costa.
"Cuando desciendo del avión hay una sensación de estar como en casa,
la visión de la costa se parece mucho a la irlandesa, y también cuando
veo en este paisaje el que yo veía cuando era joven", ha evocado Heaney.
La Cúpula del Niemeyer sirve de escenario para un repaso a su obra,
desde el primer poema publicado, hasta el último, inédito, que
precisamente tiene un eco en aquél que tituló "Cavando".
En el primero se imagina que la pluma con la que escribe guarda
relación con la azada con la que trabajaba su abuelo en campo de
Irlanda.
En el último poema, el regalo de una pluma le hace preguntarse al
autor si ha dedicado demasiado tiempo a tareas que no eran escribir y si
tendría que haberla utilizado más a menudo.
"La respuesta es que quizás sí, no lo sé, pero en cualquier caso sigo
escribiendo, y fluye la escritura", ha explicado Heaney, que recibió el
Premio Nobel de Literatura en 1995.
Para el autor de "The Spirit Level", este tipo de encuentros con los
lectores, como el que hoy le trae a Avilés, tienen su raíz en la
amistad, que es la razón por la que en muchas ocasiones los acepta.
"Además, también hay un elemento, una analogía entre culturas que
permite que las lecturas funcionen y España, con su historia
problemática y el fondo religioso de su cultura, tiene un hilo de
comunicación con Irlanda", ha considerado el escritor.
Por otra parte, también cree que "la poesía puede atravesar
fronteras" y unos versos "cobran nueva vida y energía si son leídos ante
un público, en lo que no deja de ser un ritual en el que los
concelebrantes creen que vale la pena prestar atención a este arte".
En un encuentro con periodistas, previo a la sesión de lectura, el
nobel se ha referido a los premios Príncipe de Asturias, para aseverar
que éstos, como otros galardones, "reafirman la literatura como tal y la
pone en el centro del debate y de las noticias".
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