Gilbert Keith Chesterton (1874-1936) es considerado, con toda razón, uno de los autores más significativos del pensamiento cristiano del siglo XX. Y Ortodoxia (1908), un libro que define el debate entre el cristianismo y muchas ideas contemporáneas, que, en parte, como le gustaba considerar, son ideas cristianas “que se han vuelto locas” al perder su relación con la fe y, en la misma medida, con el sentido común.
Lo admirable de Chesterton es que parece que él, sin ponerse tenso, sin increpar a nadie, puede con todos mediante un sentido común literalmente aplastante. Con contrastes audaces y llenos de humor muestra lo ridículo de tantas ideas, al mismo tiempo que abraza a las personas.
Ortodoxia es el libro más central de Chesterton, el que mejor define su vida y pensamiento. Es un itinerario personal y una muestra de cómo la fe cristiana brilla entre la humareda de algunas cosmovisiones del siglo XX, dejando entrever la personalidad penetrante, quien con sus pensamientos fue una adelantado a Aldous Huxley y George Orwell. Su constante evolución espiritual, lo hizo desentrañar largo caminos los cuales se entrelazan entre las corrientes como agnosticismo y el catolicismo.
Tras leer este libro, ya de por si este concepto históricamente lo tengo fijado en mi memoria, lo cual ya a esta altura darle un lugar de lo desconocido seria vincularlo a conceptos estrechamente de una realidad sin una construcción dominante por el lenguaje que históricamente había estructurado del mismo. Este documento a lo largo de su lectura se plantea la necesidad de un enfoque dialéctico y de desarrollo, que se embarca en la búsqueda de plantear una defensa del cristianismo, contemplando sus extrañas pero verdades paradójicas. Chesterton lo que busca es aplicar el concepto de razonamiento correcto a su aceptación de fe cristiana, como así lo expresa en la primera frase colocada aquí. Aunque en los últimos capítulos de libro, expresa que no tiene motivo alguno de hacer de este libro un tratado apologético
“Mi intención no es convertir este libro en un vulgar tratado de apologética cristiana; me encantaría enfrentarme en otro momento a los enemigos del cristianismo en esa palestra, pero aquí me estoy limitando a relatar cómo surgió en mí la certeza espiritual.” Pero en el ímpetu inaugural del texto promueve una clara e ineludible reasignación de su defensa ante los polémicos pensamientos reinantes del momentos, y más aún antes aquellos principales exponentes y propagadores de los sistemas de pensamientos, como George Bernard Shaw, su mayor contrincante quien venció en el arte de la dramatización, mientras que Chesterton en la sutileza que infundía sus argumentos.
“Este es el apasionante romance de la ortodoxia. La gente ha caído en el hábito tonto de hablar de la ortodoxia como algo pesado, aburrido y seguro. Nunca hubo nada tan peligroso o tan emocionante como la ortodoxia ".
Si bien es cierto, para ser mi primer contacto con G. K. Chesterton, debo precisar que es un escritor que desde la primera pagina debes reconocer, si por si, que es un polemista que sabe utilizar muy bien la paradoja y la parábola como instrumento crítico en primera línea a sus oponentes. De manera eficiente nos conduce a ir viendo en todo el libro un conjunto de aforismos y fraseología convirtiendo el libro en un abanico de colores para aquellos que le gusta subrayar los libros.
En resumen, el libro esta compuesto por nueve capítulos: 1. Introducción: En defensa de lo demás, 2. El loco, 3. El suicidio del pensamiento, 4. La ética del país de los elfos, 5. La bandera del mundo, 6. Las paradojas del cristianismo, 7. La Revolución eterna, 8. La novela de la ortodoxia, 8. La autoridad y el aventurero
En sus manos….
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